domingo, 24 de agosto de 2008

Pamplona, 30 años después

En el ingreso al moderno edificio que ocupa nuestra Facultad

La muy querida portada de la UNAV

Alicia en el Cafe Iruña que todos conocimos

Alicia Achimon Hirsch, que formó parte del IX PGLA en representación de Argentina, estuvo recientemente en la hermosa ciudad española que hace 30 años albergó al VII PGLA y ha tenido la bondad de enviarnos algunas fotografías, una selección de las cuales las publicamos a continuación.



A fin de provocarnos la más intensa envidia, Alicia hizo su envío con un texto previo que lo copiamos a continuación:



Hola



Aquí les envío algunas fotos que saqué hace pocos días en Pamplona, para que busquen en sus recuerdos, de casi 30 años, esas imágenes que han quedado grabadas en algún lugar de la memoria.






Les cuento que encontré España re cambiada!!! Maravilloso el avance que han hecho. Estuve en la EXPO ZARAGOZA una feria mundial que este año estuvo dedicada al AGUA, (y su relación con la ecología y el problema que tiene el planeta por el recalentamiento global).



Realmente fue una experiencia increíble pues participaron 150 países del mundo. De allí hicimos un salto a Barcelona que está lindísima!!!... me costó reconocerla luego de tanto tiempo.



Y por supuesto quise pasar aunque sea un día por Pamplona para volver a verla luego de tantos años, al menos yo no había tenido ocasión de regresar desde el PGLA.



Un abrazo grande!



Alicia






Comentario del Editor: Agradecemos el envío de Alicia y de todos los que puedan llegar en el futuro. Solo una recomendación estrictamente técnica, que será comprendida por cualquier periodista: al enviar fotografías deben incluirse los textos respectivos que expliquen a que se refieren las mismas. Los pies de fotografía como se denominan esos textos, que constan en este blog, han sido redactados “a ciegas” y quizás no contengan equivocaciones.

domingo, 17 de agosto de 2008

Por el camino del PGLA

Escribe Jorge Adino De Bernardo
Córdoba, República Argentina
II y VII PGLA, 1973 y 1978
Agosto 11, 2008

Tratar de recrear los sentimientos, las vivencias y las experiencias de fechas distantes en el tiempo, no es tarea fácil cuando el acontecer cotidiano no tiene los componentes necesarios para fijarlos en la memoria, asemejándose a hojas de otoño que se las lleva el viento.

Algo totalmente distinto nos sucedió a quienes el destino nos puso en el camino del PGLA, y precisamente hablo en plural interpretando el sentir común de quienes tuvimos la ocasión de pasar por la entonces joven y pujante Universidad de Navarra a través de la naciente Escuela de Ciencias de la Información.

La conjunción de la Fundación Aktion Adveniat de Alemania, dirigida por Monseñor Emile Sthele y de un conjunto de visionarios de la Universidad de Navarra, entre los que se encontraban Alfonso Nieto, Ismael Sánchez Bella, Carlos Soria, José Tallón y Francisco Gómez Antón (incansable e inagotable difusor del PGLA), posibilitaron junto a un eximio cuerpo de profesores poner en marcha un enfoque distinto de los pos grado en periodismo y ciencias de la información.

Describir esta actividad académica es a la vez reconocer que una adecuada búsqueda personal y curricular de los aspirantes, posibilitaba a los entrevistadores observar cuales eran los contenidos y las expectativas que podían ser correspondidos en el término de un semestre en Pamplona, para que una vez en sus respectivos lugares de origen, cada profesional tuviese la ocasión de multiplicar sus vivencias y experiencias logradas, tanto en medios de comunicación como en los centros de estudios a los que pertenecían.

Con el correr de los años los resultados fueron fructíferos y en su mayor parte los integrantes del PGLA ocuparon y ocupan altas funciones en este quehacer, que en la actualidad complementariamente a los sistemas educativos formales, tienen mucho que ver con la formación de la persona por el grado de incidencia de los multimedia.

Esta formación, abarcó el tratamiento de la información, sus repercusiones , límites deontológicos, las nuevas tecnologías que empezaban a modificar los sistemas de trabajo en el plano gráfico, radial y audiovisual, siendo afianzada con la reflexión filosófica del rol del hombre ante sus semejantes, posibilitando consolidar y actualizar los conocimientos con el enfoque humanista que caracteriza a la Universidad, haciendo lugar a que la libre discusión de ideas superara toda otra intencionalidad política o ideológica.

Básicamente se trataba que cada participante tuviera acceso a la mayor información posible, al intercambio de ideas y experiencias con profesionales de distintas naciones latinoamericanas y conferencistas provenientes de distintas latitudes.

Tanto en las aulas, como en las reuniones sociales, viajes de estudios por centros de comunicaciones y organizaciones europeas, como en lo cotidiano de vivir en Pamplona, el aire de amistad y compañerismo que identificaba al PGLA era contagioso con las promociones españolas, que también nos presentaban los matices de cada región, haciendo lugar a un período de sana convivencia, grabado de tal forma en la memoria que será imposible de borrar, estableciendo otro hito que lleva implícito el reconocimiento y gratitud hacia quienes nos posibilitaron recorrer este camino y ahora con la ilusión de reencontrarnos en el 50 aniversario de la Facultad, siempre vigente y con el mismo espíritu en cada gestión con sus autoridades, cuerpo de profesores y personal que cobija afectuosamente a esta gran familia dispersa en la mas variada geografía.

sábado, 9 de agosto de 2008

El PGLA en el libro “La FCom 50 años preparando el futuro”



En la web de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra se ha publicado un adelanto del libro que preparan José Antonio Vidal-Quadras y Esteban López Escobar, con el diseño de Javier Errea, que se titulará “La FCom 50 años preparando el futuro”, con la siguiente explicación liminar disponible en la página http://www.unav.es/fcom/50/hitos/index.htm


El Programa de Graduados Latinoamericanos



La obra incluirá entre los hitos de estos 50 años de la FCom dos textos referentes al PGLA, que los copió a continuación en forma textual y con sus respectivas fotografías y pies explicativos.

1972 Comienza el PGLA
Escribe Francisco Gómez Antón


Unos 400 comunicadores de 13 países han cursado el Programa de Graduados Latino Americanos
Entre 1972 y 1990, cuatrocientos profesionales de la comunicación de trece países americanos cursaron este programa, financiado por la Fundación alemana Aktion Adveniat de Ayuda al Desarrollo.


El programa tuvo un éxito espectacular, pese a que: la sobrecarga de trabajo era continua; la cuantía de las becas, muy ajustada; el ambiente, de ciudad pequeña; el frío, implacable casi todo el tiempo; las comidas, a deshora y extrañas, sin bifes de chorizo ni frijolitos ni chiles ni aguas de colores ni palta ni nada de nada; y el habla normal de acento tan duro, que parecía estuviera enojado todo el mundo. Pero estos factores “negativos” se veían contrarrestados sin especial dificultad por otros como los siguientes:



- La calidad de los participantes: veinticinco como máximo, seleccionados de entre unos trescientos, más de un centenar entrevistados en su país de origen.
- La convivencia estrecha, durante medio año, con colegas de otros países; porque les permitía analizar más de cerca la realidad del continente, y superar las barreras de la incomprensión cultural o ideológica.
- La comunicación resultante de ello, y la consiguiente colaboración efectiva de muchos en proyectos multinacionales diseñados en el marco del Programa.
- La aproximación a Europa y su cultura, en dos viajes de estudio durante el Programa y, normalmente, otro personal al acabarlo, con frecuencia en busca de raíces familiares (nunca falta para confirmarlo algún gallego, vasco, asturiano, o incluso siciliano).
- La “inmersión” prolongada en una Universidad que presta atención prioritaria a un “ambiente” en el que se respiran y absorben como por contagio los principios y valores en que se funda la dignidad del ser humano: respeto a la libertad, sentido de responsabilidad, amor a la verdad, lealtad, etc. El atractivo de ese “ambiente” es, sin duda alguna, lo que la mayoría de los participantes en el PGLA recuerdan sobre todo lo demás.
- La inserción activa en el Programa, merced al contacto continuo de todos entre sí y con la Facultad. A tal efecto, se pusieron en marcha un par de balbucientes experiencias precursoras del sin par “Faustino”: las Cartas Circulares y las Tertulias radiofónicas en frecuencias de aficionados.
- La impulsión de los Encuentros Internacionales del PGLA en Medellín (1981, primero organizado en un jardín botánico y por sólo mujeres); Viña del Mar (1985, con terremoto incluido); Buenos Aires (1989, declarado de Interés Nacional, con más de 400 asistentes: profesionales de los medios, académicos, empresarios y diplomáticos); y Monterrey (1990, para asegurar la continuidad de la última edición del PGLA con las primeras de otros programas de la Facultad diseñados específicamente para América).
- El saberse partícipes de una experiencia pionera, cuyo prestigio abrió a la Facultad de par en par las puertas de todo el continente americano.


Foto 1 En la imagen de la izquierda, los participantes en el IX PGLA se fotografían al acabar el curso: Paco Gómez Antón y Aires Vaz intentan coordinar a los fotógrafos.


Foto2 A la derecha, miembros del PGLA de 1976 actúan en la fiesta del patrono de la Facultad en el Hotel Tres Reyes de Pamplona


Como Director del PGLA tuve la fortuna de recorrer América de arriba abajo dieciséis años, y ver cómo la buena marcha del Programa obligaba a encajar en la agenda más tareas cada vez, que habrían quedado desatendidas de no haber incorporado otros profesores a los viajes anuales de los últimos cuatro o cinco años. Pero la atención prioritaria de la agenda se dio siempre a los reencuentros con los exalumnos, cuya colaboración fue y sigue siendo inestimable varias décadas después. Tales reencuentros son parte importante de la memoria histórica del Programa, y se consolidaron a lo largo de los años en docenas de tertulias sin jet-lag ni relojes a la vista.


La mayoría de quienes cursaron el Programa trabajan hoy, difundiendo su espíritu, en medios de comunicación de sus países de origen, o dispersos por el ancho mundo como corresponde a su profesión nómada y viajera. Y no pocos colaboran en la formación de profesionales de la comunicación, en más de cincuenta universidades del mundo entero. Aparentemente, pues, “el futuro ha comenzado”… con buen pie.
---Francisco Gómez Antón fue director del Programa de Graduados Latino Americanos de la Universidad de Navarra.


1981 Medellín: primer encuentro PGLA
Escribe Carlos Soria



Los encuentros con los graduados latinoamericanos son una de las anclas de nuestras vidas


Primero llegaron a América nuestras almas. Después, nuestro cuerpos. Al final, la nostalgia incubada en todos los años pamploneses del PGLA se curó y se hizo dulce cuando nuestros ojos -del alma y del cuerpo- se inundaron de la América que habíamos soñado en el Campus de la Universidad de Navarra. En Medellín, en Buenos Aires, en Viña del Mar (Chile) fuimos felices una vez más. Aquellos Encuentros de los egresados del Programa de Graduados Latinoamericanos (PGLA) en Ciencias de la Comunicación y Periodismo, se han convertido -ya, para siempre- en una de las anclas de nuestras vidas.


En 1981, en Medellín, la ciudad de la eterna primavera a pesar de los pesares, donde los paisas cantan al hablar, el Primer Encuentro se alió con su Jardín Botánico. Un lugar de maravilla que han elegido para sí las orquídeas más bellas del mundo y los lagos mansos y azules llenos de nenúfares. Su aroma, la quietud del Jardín en las horas del atardecer, y la emoción desbordada de aquel Primer Encuentro, recordaban a Luka Brajnovic que el Paraíso existió y existirá para todos los hombres y mujeres de corazón limpio.



Foto3 Todos los asistentes al I Encuentro Internacional del Programa de Graduados Latinoamericanos, fotografiados en el Jardín Botánico de Medellín. Entre los presentes, los profesores de la Facultad Luka Brajnovic, Manuel Casado, Esteban López-Escobar, Francisco Gómez Antón, Carlos Soria y Miguel Urabayen.


En Buenos Aires, el Encuentro fue más urbanita, como corresponde al estilo de una ciudad encantada que es al tiempo Madrid, París, Londres, un mar hecho río, y otro mar -verde, de hierba- hecho Pampa. En el Hotel Plaza, en el célebre Hotel Plaza y en la Plaza de San Martín a donde se asoman sus fachadas, quedaron también para siempre nuestras miradas. Fue un Encuentro de amplias resonancias: con decir que hasta el Presidente de la República, el Dr. Alfonsín, nos fue a saludar…


Foto4 Miguel Urabayen, Carlos Soria, Esteban López-Escobar y Luka Brajnovic, descendiendo del avión a su llegada al aeropuerto colombiano de Medellín


Y en Viña del Mar, esa perla delicada que flota en el Pacífico, nuestras chilenas y nuestros chilenos del PGLA grabaron a fuego en todos nosotros su pasión por el periodismo de calidad, y su delicadeza sin límites. A pesar de nuestro escepticismo ante las instrucciones que nos dieron nada más llegar, la noche de nuestra despedida tuvimos un terremoto de intensidad cercana a 6 en la escala Richter…


Sobre las dos de la madrugada, los pájaros ensordecieron la noche con sus gritos desesperados de terror; luego, se hizo el silencio y desde lejos, desde muy lejos, se fue acercando un ruido sordo y oscuro que nacía de las entrañas de la tierra, y al instante todo empezó a moverse, sin piedad, sin esperanza, sin terminar…


Fue la protesta de nuestros chilenos -tal vez demasiado aparatosa- porque nos íbamos…
---Carlos Soria fue decano de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Navarra.