jueves, 24 de diciembre de 2009

!Feliz Navidad 2009 a todos los PGLA!

La Plaza de San Pedro, este jueves 24 de Diciembre de 2009

SALUDOS NAVIDEÑOS
Jorge Adino de Bernardo de Argentina, que en dos oportunidades participó en el Programa de Graduados Latinoamericanos (PGLA) en la Universidad de Navarra, nos escribió el siguiente texto sentido, en esta Navidad

Jorge Aguirre Charvet e integrantes del PGLA

Como un pino que es necesario regar para que luzca de la mejor manera en las Navidades, también es necesario regar este espacio de comunicación generado por Jorge desde Ecuador, que nos sirve de nexo para estar enterados sobre nuestros quehaceres personales y profesionales en un marco de confraternidad y amistad.
Los 50 FCOM motivaron una información fluida que supimos valorar, haciendo lugar a diversas expectativas sobre el devenir de los multimedios y la necesidad de estar actualizados para responder a una sociedad en vertiginoso proceso de cambio, que no solo comprende al hombre en sus respectivas ocupaciones, sino al hombre en un medio sujeto al cambio climático.
Sin entrar a filosofar en los cambios que se avecinan, celebremos estas navidades con fe, optimismo, salud, paz y armonía para que el altísimo nos ilumine el camino de un venturoso 2010.
Levantemos las copas del PGLA como una manera de estar mas cerca, con el afectuoso saludo extensivo al cuerpo de Profesores y ex Profesores de la Universidad de Navarra, junto al personal docente y no docente que hizo mas grata nuestra estada en Pamplona.
Con particular estima
Jorge Adino De Bernardo
Córdoba- Argentina
!Felicidades!

lunes, 26 de octubre de 2009

Ecos del homenaje de España a Francisco Gómez Antón

En la última entrega de “Desde Faustino”, la carta periódica de los antiguos alumnos de la FCom que publica José Antonio Vidal-Quadras (http://www.unav.es/fcom/alumni/faustino/index.htm), aparecen los siguientes ecos gráficos del homenaje que el Gobierno de España entregó en febrero a Don Francisco Gómez Antón.El texto que acompaña es el siguiente:
Queridos amigos:
Las webs, blogs, chats y demás nos envuelven como un bosque tan fragoso que me he sentido tentado a buscar el sosegado ritmo de otros jardines, hacer mutis por el foro, y dejar el Faustino donde está, en las quimbambas, allá lejos en el Edificio Central, como lugar que ya no frecuentamos, pero… he recibido desde México DF estas fotos del añorado profesor Gómez Antón, y me desdigo: vuelvo a las andadas. Él se lo merece. Le echamos tanto de menos y nos lo ha hizo pasar tan bien -a compañeros de trabajo y alumnos- que me he decidido a escribiros, para que os alegréis con nosotros.
Aquí, como veis, nos asomamos al brillante acto en el que el embajador de España en México, Carmelo Angulo Barturen (antiguo alumno suyo en Derecho) le impuso la Gran Encomienda de Isabel la Católica, la tarde del 12 de febrero pasado, en su casa, en la colonia Las Lomas de Chapultepec, en México.
La cosa viene de atrás. En diciembre del 2007, desde la Universidad Panamericana -allí Gómez Antón les echa una mano y se escribe con medio mundo- Paloma Chapa Hammeken me pidió su curriculum vitae, sin explicarme nada, porque lo necesitaba el embajador de España, para darle “una sorpresa”. Me costó encontrar sus datos, y de un viejo disquete rescaté los discursos del homenaje que la Universidad le había brindado el 26 de febrero del 2000 en el Aula Magna, los copié y se los envié por correo-e. En octubre del año pasado, desde Quito, el inefable Jorge Aguirre Charvet (PGLA ’78) me envió, muy escuetamente, la primera noticia de la Gran Encomienda. Le pedí detalles, él trasladó el ruego a México, a Raúl Espinoza (PGLA ’76), quien repuso: “Don Paco quiere que esta condecoración permanezca en total privacidad y no desea nada de publicidad”. Añadía: “Pero si quieres que él te lo explique directamente,
puedes preguntarle. Cordialmente, Raúl”. Lo hice y el resultado son las fotos que veis. Y al enviármelas terminaba: “Lo del Faustino, tú verás: eres el padre de la criatura”.
Los del PGLA, Programa de Graduados Latinoamericanos que nuestro don Francisco dirigió de 1975 a 1990, son muy buenos periodistas y funcionan admirablemente. Envié una foto a Carlos Soria y me respondió remitiéndome a la
web de su empresa que publicaba muy cordialmente la foto en la newsletter de Juan Antonio Giner felicitándole. Daba noticia de la Gran Encomienda al primer presidente, ahora Honorary Presidente de Innovation, señalando que este honor es “the highest distinction for individuals who have performed outstanding services to enhance the prosperity of Latin America”, y que “with almost 500 PGLA fellowship program graduates scattered throughout Latin America, many of them publishers and editors of the leading media companies in the region, Don Francisco ri deserved this honor”.
José Luis Orihuela (90), también le sacó en su blog
www.ecuaderno.com, y Paco Sancho (77) en el suyo, “El rincón de Pacotto”, donde cuenta divertidos y simpáticos recuerdos de “PacoGo”. Y, naturalmente, el quiteño Jorge Aguirre Charvet y sus comunicantes, de todo corazón se explayan en el suyo www.pglaenaccion.blogspot.com animándose a reunirse con Don Francisco para celebrar los 50 Años de la Facultad el 16 de mayo en la Universidad Panamericana, en México.
Quizá con todo esto me he pasado, pero, ¡qué menos!


Recordando al PGLA de hace 30 años y noticias actuales desde la UNAV

El VIII Programa de Graduados Latinoamericanos (PGLA), el de 1979, cumplió este 2009 tres décadas de su desarrollo, allá en la Universidad de Navarra (UNAV), de Pamplona, España, con un anecdotario enorme y coincidiendo con el medio siglo de vida de la Facultad de Comunicación, nuestra alma Mater.
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La siguiente fotografía, rescatada de la web y en la que aparecen algunos integrantes del grupo de 1979, fue analizada por Isabel Paz y Miño, la integrante ecuatoriana del VIII PGLA e identificó así a quienes aparecen en ella:De izquierda a derecha: Iván Andrade (Brasil), Lucilenne Cury (Brasil), Isabel Paz y Miño (Ecuador), María José Lecaros (Chile), Plutarco Riveros o “Gigo” (Paraguay), Fernando Andrade (Bolivia), Don Francisco Gómez Antón, Diana Celi (Perú), Américo Aguirre (Argentina) y Alejandro González (Chile). Abajo: (sentada con bolso café) Francisca Alessandri (Chile). No identifico a la otra chica sentada. Era alguien de la Facultad y no integraba nuestra promoción.
Como podrán ver, estamos en la gran comilona del pastel por el cumpleaños de Don Francisco, año 1979, creo que a fines de junio o principios de julio y la fotografía fue tomada después del viaje de fin de curso.

Detalles

Isabel dijo también::

“En efecto, era el VIII PGLA. En la foto estamos pocos, 10 de los 24 más Juan de la Borbolla que era algo así como coordinador con quien completábamos los 25. Los que faltan son:
Argentina: Daniel Cohen, Guillermo D Aiello, Nidia Povedano
Brasil: Fátima Carvalho Leite, Luis Fernando Da Silva
Colombia: Gabriela Gómez, Sonia Gómez, Silvia Jaramillo
México: Andrés Bermea, Carmen Elizondo, Jorge Vidal, José Ortiz
Perú: Aníbal Alvarado, Rolando Rodrich

“Eramos un grupo grande pues Alejandro González y Daniel Cohen fueron con sus esposas; Iván Andrade y Nidia Povedano con sus cónyuges e hijos y Fernando Andrade se casó allá, en el castillo de Olite. Al final del curso llegó desde Bolivia su novia y desde entonces se unió al grupo. Don Francisco fue el padrino de la boda. Escribió a propósito un capítulo adicional a un libro de la historia del Castillo relatando a la que llamo la “Boda del Siglo” y, mostrándonos a los integrantes del PGLA como invitados de tierras lejanas. Describía en castellano antiguo, creo yo que con mucha profundidad sicológica, a cada uno de los PGLA de ese año. Creo que la boda fue una bonita anécdota. Han venido a Quito y he tenido el gusto de recibirlos en mi casa a Fernando Andrade, Alejandro González, Lucilene Curi, Nidia Povedano, Diana Celi”.

Comentario del Editor
Este blog está abierto a todos los integrantes del PGLA para que como Isabel Paz y Miño cuenten su experiencia del último cuarto del siglo XX, como a bien tengan.
Cualquier contribución, incluyendo una o varias fotografías, pueden enviarla al email jaguirrech@gmail.como y será editada e insertada en el blog http://www.pglaenaccion.blogspot.com/ Gracias

Otras noticias
La página web de la Universidad de Navarra http://www.unav.es/ incluyó en su última actualización, entre otras, las siguientes dos información que las destacamos:
“La retransmisión en directo no es sinónimo de verdad”, afirma un experto de la Universidad de Navarra

Efrén Cuevas, coorganizador del XXIV Congreso Internacional de Comunicación, apuesta por ser “señores de la tecnología, no esclavos de ella”
“La retransmisión en directo no es, necesariamente, un sinónimo de verdad”, afirmó Efrén Cuevas, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y coorganizador de la XXIV edición del Congreso Internacional de Comunicación (CICOM).
Durante la presentación de las jornadas, el experto aseguró que “no aporta nada que alguien esté en directo, por ejemplo, en un conflicto, si no explica las causas y el contexto; es decir, si no aporta información comprensible para el espectador”. En este sentido, añadió que “los medios están apostando por una retransmisión en directo como si fuese sinónimo de verdad, mientras que eso, si no se utiliza bien, puede ser simplemente sinónimo de poderío tecnológico, industrial o mediático”.

Consecuencias de la telerrealidad

Asimismo, Efrén Cuevas explicó algunas consecuencias que acarrea la ‘telerrealidad’: “Este concepto responde tanto al directo televisivo como al morbo de conocer al detalle la vida de unas personas encerradas en una casa o al ansia de ver por Internet inmediatamente lo que ocurre en un determinado lugar. Tenemos que ser señores de la tecnología, pero no esclavos de ella”.
Por último, hizo hincapié en la poderosa fuerza que tiene la imagen en la actualidad: “El uso del lenguaje audiovisual se ha convertido en un referente ineludible hoy en día, frente a la palabra escrita”.Expertos y paísesCuarenta expertos de Alemania, Australia, Dinamarca EE. UU., España, Francia, Gran Bretaña, Irlanda, Italia, Rumania y Suecia se han dado cita estos días en la Universidad de Navarra. Algunos de los participantes han sido John Corner (Universidad de Leeds), Roger Odin (Universidad de La Sorbona), Richard Kilborn (Universidad de Stirling), Josep Maria Català (Universidad Autónoma de Barcelona) o Ángel Quintana (Universidad de Gerona).
Otros temas sobre los que estos expertos han debatido en el XXIV CICOM, titulado “Imagining Reality”, han sido los siguientes: ‘El documental como territorio de colisión entre las propuestas de corte deconstruccionista y su vocación clásica de testimonio social’; ‘El realismo en el cine de ficción. Análisis de las diversas propuestas de “cine realista”’; y ‘La creación audiovisual en las fronteras. El mestizaje de estilos y modos -ficción, documental, experimental- y sus nuevas propuestas de representación de lo real’.

Gripe A: la pandemia mediática
Escribe José Luis del Pozo, Especialista en Microbiología Clínica. Área de Enfermedades Infecciosas de la Clínica Universidad de Navarra. Publicado en: ABC (Madrid)
Los virus de la gripe han convivido con la humanidad probablemente desde el mismo origen de la misma. De hecho, la gripe es una de las enfermedades infecciosas más prevalentes a nivel mundial: afecta en forma de epidemias anuales hasta a un 5% de la población adulta y a un 20% de la infantil. Paradójicamente, y a pesar del elevado número de pacientes que enferman, la mortalidad asociada es muy baja, en torno a un 0.2-0.5%.
Las nuevas cepas del virus de la gripe A surgen como consecuencia de procesos de mutación y reordenamiento del material genético del virus. El nuevo virus de la gripe A H1N1 ha saturado durante los últimos meses los medios de comunicación creando una alarma claramente desproporcionada a la realidad de esta infección (habitualmente poco sintomática y con una mortalidad inferior a la originada por el virus estacional).
La transmisión aérea del virus es casi imposible de limitar. La vacunación es la mejor forma de controlar la infección. Las vacunas se preparan a partir de virus cultivados en huevos embrionados y posteriormente inactivados mediante procesos químicos. La aparición de pequeños cambios en la composición del virus, que ocurren cada año, posibilitan que el virus sea capaz de infectar nuevamente a individuos que hayan sufrido la gripe o hayan sido vacunados el invierno anterior.
Por esta razón, las vacunas deberían incorporar, en condiciones ideales, proteínas de las cepas de gripe A y B que serán mas prevalentes en la comunidad durante el invierno siguiente (“cepas del año”). Es decir, que la decisión de qué cepas incluir en la vacuna anual posee un cierto grado “adivinatorio” basado en los conocimientos que los expertos tienen sobre el comportamiento genético y epidemiológico del virus. Por el contrario, en el caso de la pandemia por el nuevo virus de la gripe, la ventaja es que desde el primer momento conocemos cual es el subtipo de virus que circula a nivel mundial, con lo que esa parte “adivinatoria” desaparece.
Así, la vacuna, originará una inmunidad específica frente al nuevo virus de la gripe, pero no frente al virus anual estacional, con lo que esta temporada de 2009 las personas incluidas en los grupos de riesgo deberán recibir una doble vacunación (frente al virus estacional y frente al nuevo virus). Aunque nadie sabe cuál va a ser el comportamiento del virus en el futuro, la vacunación parece un camino seguro y eficaz para protegerse, al menos, frente a las cepas que circulan actualmente.

lunes, 19 de octubre de 2009

Minibiografía de Raúl Possetto del VII PGLA

Nota del Editor
Nuestro buen amigo Raúl Alberto Possetto Muela de Córdoba, Argentina, envió al blog en este domingo, la contribución para contarnos lo que ha sido su vida en los últimos 30 años. Previamente remitió un invalorable aporte: su colección fotográfica personal de hace tres décadas, cuando nos dimos cita en Pamplona, España, 25 profesionales de comunicación de América Latina, en el inolvidable VII Programa de Graduados Latinoamericanos. A continuación ese material ha sido editado

Album de Raul Possetto



Argentina, 18 de octubre de 2009
Estimado Jorge:
Sigo en Brinkmann, Provincia de Córdoba, Argentina. Ya somos Ciudad de Brinkmann, ya que superamos los 10.000 habitantes.
En el Nordeste de la Provincia de Córdoba el paisaje es una inmensa e interminable llanura, llena de vacas lecheras, campos con soja, trigo y maíz y ganadería. La industria de alimentos y la agroindustria (maquinarias y equipos) son importantes.
Estamos cerca de una enorme laguna (Mar de Ansenuza o Mar Chiquita) de aguas salobres protegida como Reserva que integra el Complejo de Humedales "Laguna Mar Chiquita y Bañados del Río Dulce". Como verán es como la vida: entre los dulces y los salados.
1978 - Antes de regresar a Argentina estuve desde el 11 de julio hasta el 29 de Septiembre en Valladolid. Allí realicé un curso de Cine en la Universidad, en el marco del Festival de Cine de esa ciudad. También anduve otros pueblos de Castilla: Paredes de Nava (donde nació Joséminovio) cantando en sus fiestas patronales, gracias a gestiones de Joséminovio y de Sofi; y en San Mateo fiesta anual de Valladolid. Gané las pesetas que me permitieron estar esos meses allí.
1979 - Ingresé a la mili, en la Marina. Sólo subí a una Fragata Museo "Sarmiento" y a una Fragata Escuela "Libertad". De navegar....olvídalo.
1980 - Instalé Radio Universal en Brinkmann, un sistema de radiodifusión por cable, comunitario (de pago). Los oyentes solicitaban el servicio y pagaban por ello.
En 1995 comenzamos a transmitir en FM, 100.3 Mhz..
1986 - Conozco el PIDC (Programa Internacional para Desarrollo de la Comunicación) de UNESCO, con sede en Panamá (ahora en Ecuador). Aprobaron 3 proyectos, uno, sobre el Desarrollo de un sistema de Medios de Comunicación para zonas rurales (1990) y los dos restantes aprobados (con presupuesto) en 2001/2002 y 2004/2005 estaban destinados a docentes con el objeto de capacitarlos sobre el uso de la televisión en la escuela y en técnicas para la producción de sus propios contenidos audiovisuales.
1987 - Instalé un sistema de TV Cable en Brinkmann (televisión de pago). Canal 10 es el medio local.
1989 - Me casé con Mabel. En 1991 nació Nicolás y en 1993, Paula. El 8 de Noviembre de 2008 cumplió 15 años. Fue una gran fiesta.
Algunos de ustedes ya lo sabrán: Mabel falleció en Diciembre de 2004, tras 6 años de luchar contra un cáncer de mama. Me tocó vivir una experiencia algo rara: ser papá y mamá al mismo tiempo. Afortunadamente formamos un gran equipo. Hoy sólo soy papá, como debe ser. Hace un año que se me cayó el último rulero
2000 - Inauguré el nuevo edificio de Radio y TV Universal en coincidencia con el 20º Aniversario de la radio.
2006 - Como integrante de Red Intercable S.A. comenzamos con el proyecto de digitalización de nuestras redes para la prestación de multiservicios (internet, telefonía móvil y teléfonos).
2007 - Mayo y Septiembre. Participé en el musical Drácula de dos autores argentinos como integrante del coro municipal. Fue una buena experiencia de actor y de cantor.
2007 - 2008. De enorme cambios Fue un año bisagra. Puse patas para arriba mi empresa y mi alma que estaba guardada en el freezer. Hice un replanteo de la empresa acorde con los cambios necesarios que yo reclamaba para mi vida. En ese tiempo nació www.universalmedios.com.ar en constante desarrollo.
2009 - Espero terminar este año con la presentación ante los Organismos correspondientes de la documentación necesaria para crear una Fundación dedicada a la promoción de la Educación, la Cultura, la Comunicación, la Salud y la Calidad de Vida. Pensar el desarrollo local sustentable desde la perspectiva de la responsabilidad social de la empresa u organización. Sigo con ganas de incorporar al portal contenidos destinados a la capacitación docente en las TIC y crear una Enciclopedia cuya temática incluya los temas que no aborda Encarta. Serán los temas locales de las comunidades de las Provincias de Córdoba y Santa Fe.
Nicolás está en Córdoba estudiando Diseño de Multimedios y Paula en 4º de Ciencias Naturales en la secundaria, aquí. Sigo con mis clases de canto todos los martes en Córdoba. Por último, quiero expresarles las GANAS que tengo de volver a verlos, carajo!!!! Bueno...será hasta el próximo correo....
Los quiero a todos...
RAUL ALBERTO POSSETTO, raulpossetto@yahoo.com.ar

Comentario del Editor:
Gracias Raúl por tu doble envío. Nos ha servido para rememorar recuerdos que los teníamos arrumados y seguirte la pista sobre lo que ha sido tu vida desde que nos despedimos en Pamplona. Cabe recordar que muchos otros integrantes del VII PGLA están aun en deuda en cuanto al envío de su material. A Raúl le faltó complementar su envío con una fotografía personal, tomada en la actualidad, para enterarnos como le han “sentado” los años.
Nota
Las fotografías del VII PGLA de propiedad de Raúl Possetto, en formato grande, están disponibles en el sitio
http://issuu.com/Librosyrevistas/docs/album_de_raul_possetto
Reacción
El mismo 19 de diciembre
cony324 le escribió a Raúl Possetto:
Gracias por compartir parte de tu vida, obra y milagros.Un buen ejemplo a seguir por otros PGLA.Saludos especiales desde Colombia.Me gusto mucho ver en las fotos a mis queridas amigas: Sophy Villegas, Maria Luisa Estrada y Gina Walther entre otros.Buscarè entre mis antiguedades para hacer algo parecido y enviarlo.
Comentario
Te tomamos la palabra Cony324. Esperaremos ansiosos tu material para editarlo en este, el blog de todos los PGLA.

sábado, 3 de octubre de 2009

El profesor Miguel Urabayen recibe premio y el decálogo de los blogs

El portal de la Universidad de Navarra http://www.unav.es/ inserta dos artículos que este blog destaca, el primero de los cuales informa sobre la distinción aprobada por la Society of News Design (SDN) a favor de Miguel Urabayen, digno integrante de la plantilla de profesores del PGLA de 1978 y del resto de promociones.

Urabayen, un periodista en activo de toda la vida, volcaba en clase su enorme experiencia con notable generosidad y amplitud y ahora, la principal organización del diseño periodístico mundial, lo califica como uno de los mejores divulgadores de la infografía (información gráfica) y la imagen con fines informativos.

En el articulo siguiente José Luis Orihuela, integrante actual del claustro de la UNAV, resume en 10 párrafos las particularidades de esta nueva forma de comunicación, la de los blogs, que en la última década se han convertido en un espacio dentro de la web que crece y se amplia, mostrando un potencial que no cesa de sorprender.

El blog no solo es la bitácora personal y la tribuna por excelencia del periodismo ciudadano. Es una herramienta única al servicio del maestro, es el vínculo que une a familias dispersas por el mundo, es espacio para exponer una inquietud, publicar una investigación, detallar una afición y mil y un finalidades más.


El premio para Miguel Urabayen
La Society of News Design (SND), principal organización del diseño periodístico mundial, ha premiado la trayectoria de Miguel Urabayen, profesor honorario de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y reconocido pionero del periodismo visual en el ámbito internacional.

Javier Errea, profesor de la Facultad de Comunicación y presidente del Capítulo español de la SND, fue el encargado de hacer pública la decisión durante el congreso de la Society of News Design, celebrado en Buenos Aires. También leyó las palabras de agradecimiento del profesor Urabayen, que no pudo viajar a la capital argentina por motivos de salud.

“Miguel Urabayen ha sido posiblemente uno de los mejores divulgadores no sólo de la infografía periodística sino, en general, de la imagen como herramienta clave para contar las noticias”, indicó Javier Errea durante su intervención.

Palabras de Javier Errea
Miguel Urabayen conoció personalmente a Nigel Holmes en Pamplona en marzo de 2004. Coincidieron allí en el jurado de los premios Malofiej de infografía. Fue la última vez que Miguel formó parte del jurado. Todavía hoy recuerda aquel encuentro. Aunque, en realidad, Miguel Urabayen había conocido a su admirado Nigel Holmes mucho antes, desde los años de Time, y lo seguía muy de cerca. Nosotros conocimos al señor de azul gracias a Miguel.

Miguel Urabayen ha sido posiblemente uno de los mejores divulgadores no sólo de la infografía periodística sino, en general, de la imagen como herramienta clave para contar las noticias. Decenas de profesionales en España y en América Latina oyeron hablar por primera vez de William Playfair, de Minard, de Richard Edes Harrison, de Chapin, del Illustrated London News o de Fortune en las sesiones de Miguel. Él descubrió al cartógrafo argentino Alejandro Malofiej en uno de sus viajes a Buenos Aires y lo situó en el mapa.

Pero pocos saben que Miguel Urabayen, a sus 84 años, es el crítico de cine en activo más veterano de España (seis décadas y casi 10.000 películas comentadas), que fue director de un diario deportivo regional en los setenta, que impulsó el primer campo de golf en Navarra y el aeropuerto de Pamplona a finales de los sesenta, que fue uno de los primeros judokas de la región, que es un experto en la Segunda Guerra Mundial… La vida de Miguel daría para un gráfico rico y complejo, con mil caminos siempre abiertos y una curiosidad a prueba de bomba.

Hoy no puede estar aquí. No os imagináis la lucha interna que ha tenido estas últimas semanas consigo mismo. Aunque sabía que no debía venir él quería venir. Su salud es delicada. En primavera falleció su esposa. Está cansado y con poco ánimo. Ha sido un año duro. Esta misma semana, tomando un café, me confesaba que el premio es exagerado, que él sólo es un teórico, pero yo sé que la SND ha conseguido halagarle. Hubiera dado cualquier cosa por estar hoy aquí con Nigel Holmes y con vosotros.
Miguel no está aquí hoy, pero sí sus palabras. Esto me ha escrito para que os lo lea…

Palabras de Miguel Urabayen
Queridos amigos:
Lamento mucho no haber podido estar presente en este congreso de la SND. Tengo un gran recuerdo de los celebrados en Louisville, Filadelfia y Savannah, y de haber sido uno de los jueces en la selección de premiados de algún año. Podéis estar seguros de que sólo mi frágil salud me ha impedido estar ahora ahí.

He pedido a Javier Errea que lea estas líneas de agradecimiento por la distinción que me ha hecho la SND al concederme su premio. Y al entregarlo junto al de Nigel Holmes, cuyo trabajo he admirado a lo largo de los últimos treinta años. Me siento muy honrado por el premio y por recibirlo junto a Nigel.

También quiero decir que en mi agradecimiento por este honor hay una razón muy particular. Me dais un premio a pesar de que nunca he sido infografista o diseñador. Siempre que he estado entre vosotros, en Congresos o como juez en los premios Malofiej de Pamplona, he tenido la impresión de que yo era algo raro en el ambiente formado por excelentes profesionales que hacían gráficos o diseños. Porque yo era solo el observador de sus muy atractivos trabajos que luego mostraba en conferencias o seminarios en distintos países y en mis clases de la Universidad.

Así pues, muchas gracias a todos, a la SND y a cada uno de sus miembros, vosotros, amigos míos.

Qué son los blogs y cómo dejar de confundirlos
Escribe José Luis Orihuela, Profesor de la Facultad de Comunicación, Universidad de Navarra, 15 de septiembre de 2009, publicado en http://www.abc.es/

Parafraseando el título del famoso texto de Doc Searls y David Weinberger “World of Ends. What the Internet Is and How to Stop Mistaking It for Something Else”, me propongo, en el prólogo de esta obra, intentar aclarar qué son los blogs y cómo dejar de confundirlos con otra cosa.

Buena parte de las “relaciones peligrosas” entre weblogs y medios tienen su origen en las dificultades para entender qué son los weblogs y qué es el periodismo.

Bastante sintomático de estas dificultades resulta la muy antigua y peor planteada pregunta acerca del si los blogs son periodismo y los variados intentos de reconvertir a redactores, editores y columnistas en bloguers como por arte de magia.

Decir que los weblogs (blogs o bitácoras) son sitios web personales compuestos por entradas individuales ordenadas mediante cronología inversa no parece resolver el dilema, así que planteo el siguiente decálogo.

1. Los blogs no son un género, son un medio
Al igual que los libros, las revistas o los discos no son, respectivamente, novela negra, cómic o balada; los blogs no son autobiografía ni periodismo. En todos los casos se trata de medios que, como tales, pueden utilizarse para cualquier propósito comunicativo o artístico. El medio no define el género, sino el lenguaje y los formatos de información (texto, imagen, audio, vídeo) que pueden utilizarse.

2. Los blogs no son medios de masas, son medios sociales
Salvo un puñado de casos excepcionales, los blogs son medios de escala comunitaria o social. En consecuencia, su influencia y repercusión no pueden ser analizadas con los mismos parámetros que se utilizan para valorar los medios de masas. La proyección de un blog no tiene que ver directamente con su tráfico, sino más bien con su posición dentro de la red. La capacidad de influencia de los blogs está mediatizada por la blogosfera en la que se inscribe y que opera como caja de resonancia de las noticias y opiniones publicadas en los sitios más modestos.

3. Los blogs no son espacios privados, son comunicación pública
“En mi blog yo hago lo que quiero” es una de las dos tonterías más extendidas de la blogosfera. El blog es un medio público y lo que no se puede hacer en público está regulado por la ley. “Escribo sólo para mí”, es la otra. Si uno hace escritura en un medio público, entonces escribe para ser leído por otros, de lo contrario escribe en una libreta y la esconde. Los lectores merecen que se les trate con respeto, que no se les mienta, que no se les oculten los conflictos de interés del autor o incluso, en ocasiones, su identidad.

4. Los blogs no van a acabar con ningún medio, pero les están haciendo cambiar
Como viene ocurriendo regularmente en la historia de las tecnologías de la información, la aparición de cada nuevo medio genera un discurso apocalíptico desde los medios anteriores que temen ser sustituidos. Lo cierto es que lo que esa historia demuestra es que las relaciones entre viejos y nuevos medios se rigen por una dinámica de acumulación y complementariedad pero no de sustitución. Los blogs no van a acabar con ningún medio, pero están haciendo cambiar a muchos.

5. Los blogs no son periodismo por ser blogs (cuando lo son, es por otra cosa)
La relación que hay entre blogs y periodismo es análoga a la que puede plantearse entre una máquina de escribir y la literatura. Las herramientas que utilizamos para escribir no definen el género de una obra. En este sentido, los blogs son una herramienta (un gestor de contenidos) que puede utilizarse para múltiples propósitos. La identidad periodística no deriva del acceso a herramientas de gestión y publicación de contenidos.

6. Los blogs no tienen editores, son medios autogestionados por sus autores
El viejo paradigma de la comunicación pública en la era analógica “primero se filtra, luego se publica” queda subvertido en la era digital, en la que “primero se publica, luego se filtra”. Los medios sociales permiten ejercer una forma de comunicación pública en la que desaparece la figura de los editores y el control previo de los contenidos, y en la que los usuarios asumen el rol de un filtro social distribuido y los buscadores se convierten en los nuevos intermediarios de la información. Un blog es un medio que no tiene editores y cuyo funcionamiento es asumido directamente por su autor.

7. Los blogs no son complicados, pero mantenerlos exige dedicación
La facilidad de poner en marcha un blog contrasta con la dificultad que supone la escritura y publicación regular de contenidos de calidad. Aunque inicialmente los blogs son fáciles, son rápidos y son gratis, lo cierto es que perseverar en la blogosfera requiere un esfuerzo continuado y a veces incluso genera gastos (dominio propio, hosting). Mantener un blog tiene que resultar divertido para el autor, tiene que reflejar su pasión por algo, pero sin duda representa un esfuerzo y exige tiempo.

8. Los blogs no son sólo un formato, también son una cultura
Un blog no sólo se define por sus elementos estructurales (entradas individuales, cronología inversa, archivos, categorías, comentarios), ni tampoco exclusivamente por el uso de un gestor de contenidos (Blogger, TypePad, WordPress), sino que supone también compartir y extender la cultura y el estilo del medio. La blogosfera no sólo es el espacio virtual de los blogs en la red, es también la cultura que el medio ha ido construyendo a lo largo de su historia.

9. Los blogs no son un monólogo, son una conversación
Aunque los comentarios que los lectores pueden formular ante cada entrada de un blog son la forma más evidente de conversación, lo cierto es que la metáfora de la conversación aplicada a la blogosfera se extiende más allá de esa práctica, muy especialmente mediante los enlaces externos y los trackbacks. Las referencias cruzadas construidas mediante enlaces constituyen uno de los ejes articuladores de la blogosfera y de la cultura de los blogs.

10. Los blogs son personales
Un blog es la voz particular de alguien. Un blog es el estilo de su autor, sus puntos de vista, sus preferencias, sus manías y sus gustos. Un blog es la proyección de una persona en la red, es una identidad que se va construyendo y expresando con retazos (enlaces, textos, vídeos, imágenes). Los blogs son personas que nos proponen una conversación.

miércoles, 22 de julio de 2009

Ha muerto la madre de María Alice Maluf Jorge ¡Paz en su tumba!


Este blog lamenta comunicar el sensible fallecimiento, hace una semana, de Alice Diab Jorge Maluf, madre de Marialis Maluf, que hace 31 años formó parte con nosotros del VII Programa de Graduados Latinoamericanos (PGLA), en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, Pamplona, España.

Nos unimos al dolor que embarga a Marialis. En numerosos intercambios por vía electrónica, ella nos confió su inmensa preocupación por el estado de salud de su querida madre. Muchos miembros del PGLA conocieron y supieron querer a Alice Diab que ahora descansa en paz en unión de su Creador.

Paciencia y resignación, Marialis. Tu madre ahora descansa. Un ciclo se ha cumplido y muchas enseñanzas te dejará como a todos quienes hemos afrontado en el pasado similar coyuntura. Padre y Madre, los dadores de la vida que tenemos parten para esperarnos en el más allá. Solo cabe paciencia y resignación.

Misa de recordación

Este miércoles 22 de julio Marialis envió el siguiente mensaje electrónico:

aos amigos que puderem e/ou quiserem comparecer ,sem sentirem-se obrigados ou sacrificados para isso, que a
missa de sétimo dia de minha mãe,
ALICE DIAB JORGE MALUF
será realizada na próxima quinta-feira, dia 23 de julho, às 19:00 horas, na
IGREJA DE S.JOSÉ , à R. Dinamarca, 32 , Jardim Europa.
Aproveito para agradecer em meu nome, no de meu pai e irmãos, todo o apoio e carinho que temos recebido nesse momento difícil de dor e saudades.
Um forte abraço a todos,
Maria Alice
Email malice@majmaluf.com.br


Marialis Maluf y sus padres, hace 30 años, en las calles de la vieja Pamplona

sábado, 13 de junio de 2009

PGLA, “programa estrella” de la Facultad de Comunicación de la UNAV

El concepto pertenece al querido maestro y amigo Francisco Gómez Antón, quien durante gran parte de las casi dos décadas que duró el Programa de Graduados Latinoamericanos (PGLA), tuvo un destacado rol en su organización y desarrollo para beneficio de 400 profesionales de la comunicación de 13 países de la región.

La opinión de FGA la he encontrado al releer ese delicioso opúsculo titulado “Desmemorias” que EUNSA publicó en 2002 con la firma del maestro, dos años después de su jubilación. El texto apareció parcialmente en este blog hace un año, pero ahora se lo reimprime tras cumplir la Fcom sus primeros 50 años de vida.

Es que el PGLA de la Fcom, sin duda, marcó la vida como periodistas de muchos de nosotros. En el caso particular me “sobrevino” el PGLA luego de más de una década de trabajar en medios de comunicación de Ecuador. Tras retornar de España, casi en seguidilla, me ficharon primero EFE y luego la prestigiosa REUTERS en la que laboré por casi tres lustros.

EL PGLA nos “mostró mundo” algunos de cuyos vericuetos recorrimos, actualizó los conocimientos periodísticos adquiridos en la Universidad, nos hizo entrar en contacto con profesionales de otros rumbos y nos permitió avizorar lo que se venía y que ahora impera: el sensacional desarrollo de las tecnologías de comunicación e información.

El profesor Carlos Barrera, en su ampliamente documentada historia de la Fcom, al referirse al PGLA, alude con insistencia al texto de Don Francisco que consta en sus “Desmemorias” entre las páginas 195 y 207, por lo que lo vuelvo a transcribir a continuación, ahora en forma completa, subtítulos incluidos, por si alguien desea divertirse leyéndolo.

El “programa estrella”

El Programa de Graduados Latinoamericanos (PGLA) ....si mal no recuerdo... comenzó en 1972 y se impartió hasta 1990; que me tocó dirigirlo desde 1975; que fue el programa estrella de la Facultad durante los dieciocho años que duró; que cobró enseguida un gran prestigio en los medios periodísticos y académicos americanos; que sus graduados organizaron cuatro Encuentros Internacionales; que contribuyó decisivamente al desarrollo de las relaciones y servicios de la Facultad en toda América; y que muchos siguen todavía en contacto con ella y entre sí.

Dicho esto, lo normal sería que alguien preguntara: ¿Y qué más? O, si fuera colombiano: ¿Qué tal?, ¿cómo amaneció?, ¿qué hubo?, ¡como le fue?...¡y qué mááás?).Por si ocurriera, ahí va lo que sigue.

Aktion Adveniat

El PGLA se estableció a instancias de la Fundación alemana Aktion Adveniat, que financia cada año un número considerable de programa de ayuda a América Latina (gracias –por cierto- a la generosidad de los católicos, cuyo donativos navideños son sus únicos ingresos). En 1971 los directivos de la Fundación, conscientes de la importancia de los medios de comunicación en el proceso de evolución social, decidieron promover un nuevo programa, específicamente destinado el perfeccionamiento de profesionales de la información latinoamericanos.

Por razones obvias, tendría que impartirse en español. Pero montarlo en un país americano, cualquiera que fuere, podría despertar recelos en los demás. Por lo tanto, habría que realizarlo en algún lugar de España. Y la elección recayó en la Universidad de Navarra. En teoría, había otras opciones; porque en 1971 se habían fundado las dos primeras Facultades estatales de Ciencias de la Información, en las universidades de Madrid y Barcelona. Pero recién nacidas como estaban, carecían de experiencia. En cambio, la de Navarra llevaba ya trece años dedicada al análisis científico del fenómeno informativo y a la formación académica integral de profesionales de los medios, y tenía un prestigio indiscutible en España y fuera de ella.

Los acuerdos con Adveniat se establecieron para cinco años, renovables indefinidamente. A la sazón, era decano de la Facultad, Alfonso Nieto. La Fundación dotaría cada año 25 becas como máximo, que cubrirían los gastos de viaje, matrícula y ordinarios de los participantes. La Facultad los seleccionaría, y se encargaría de diseñar, organizar e impartir el Programa, en estrecho contacto con la Fundación. En honor a la verdad, hay que decir que el director de Adveniat, monseñor Emil Stehle, dejó siempre a la Facultad las manos libres , confiando en su pericia. Y que, gracias a ello, el Programa fue mejorando al paso que aumentaba su experiencia, sin intromisión de factores extra-académicos.

400 profesionales de 13 países

Lo cursaron cuatrocientos profesionales exactamente, de 13 países: México, Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Panamá, Colombia, Ecuador, Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil. Cada año presentaban sus solicitudes unos 350 candidatos. La Comisión de admisiones preseleccionaba 120, mas o menos. A los preseleccionados les entrevistaba en sus países respectivos el director o algún otro profesor del Programa. Y a su regreso se procedía a la selección final, con participación del director de Adveniat, que solía ratificarla sin más.

Los viajes de selección eran maratonianos. Quince años seguidos (acompañados en algunos de ellos por Aires Vaz, Esteban López-Escobar, Carlos Soria o Manuel Casado), recorrí en cuatro o cinco semanas el continente de punta a punta, haciendo unas veinte escalas: dieciséis fijas, salvo excepciones (Sao Paulo, Asunción, Montevideo, Buenos Aires, Córdova, Santiago de Chile, Lima, Piura, La Paz, Quito, Bogotá, Medellín, San José de Costa Rica, Guatemala, México D.F. y Monterrey), y cuatro o cinco más, variables según los casos (Río de Janeiro, Belo Horizonte, Brasilia; Santa Rosa, Rosario, Mendoza; Valparaíso, Santa Cruz de la Sierra, Guayaquil, Cali, Panamá, Guadalajara, Mexicali…).

Además de las entrevistas de la selección, la agenda incluía con frecuencia otros quehaceres (visitas a medios de comunicación, ruedas de prensa, conferencias); y siempre, lo más esperado y grato; el reencuentro con los exalumnos del Programa hasta altas horas de la noche. De manera que estos viajes eran por principio un cocktail de actividades varias, con fuertes sobredosis de vigilias, madrugones, esperas de aeropuerto, vuelos con o sin sorpresa (mas bien con), cambios continuos de clima y altitud, comidas inusuales y preferiblemente picantes, e incidentes imprevisibles. Pero la verdad es que ni me enteraba; recuperaba en los vuelos los retrasos de sueño; ni siquiera podía imaginar lo que era el célebre jel-lag; cambiaba en un plis plás la clavija mental para adaptarme al ritmo del entorno; y no recuerdo haber tenido nunca problema alguno de salud, ni por las comidas ni por nada. ¡Cómo cambian los tiempos!

Aunque no había cupos por países y teóricamente todos los becarios podían proceder del mismo, las becas de cada año se repartían entre siete u ocho. Porque la convivencia con colegas de países y mentalidades diferentes durante seis meses dedicados al estudio y al intercambio de experiencias u opiniones diluía los prejuicios, facilitaba la comprensión mutua, neutralizaba las rivalidades crónicas entre vecinos, y consolidaba la amistad de unos con otros.

Diversidad grande y mutifacética

La diversidad enriquece, si se asume debidamente. Y en el PGLA era tan grande y multifacética, que la taxonomía convencional saltaba hecha pedazos al describirla. Ejemplo límite. En 1984, al comenzar el ciclo de lecciones que impartían cada año dos directivos del Miami Herald , pidieron, para orientarse, que alguien les explicara la composición del grupo. Tomó la palabra una alumna mexicana, y dijo con toda naturalidad:

-Somos 25 en total: 3 casados, 7 hombres, 4 brasileños, 10 mujeres y Salvador Guajardo.

¡Eso es calar fino en los matíces!..¿o no?

El PGLA comenzaba el 15 de enero, en pleno invierno y, a veces, con un palmo de nieve. De repente, la Facultad cobraba un tinte peculiar. Los estudiantes contemplaban, divertidos, la sobrecarga de pellizas y bufandas de sus nuevos compañeros, de habla suave y cantarina. Manolo , camarero entonces del Faustino, se regocijaba con la forma colombiana de pedir café: <>. La secretaria del Programa se quedaba muda ante preguntas como: <<¿Dónde puedo motilar (cortar el pelo) al niño?>>¿Cuánto cuesta un poyo pa-yevá? (pollo para llevar)?>>, <<¿Me puedes conseguir un porro (porrón)?>>, ¿A qué hora sale la liebre (autobús) a San Sebastián?>>. Y a los profesores del PGLA (y quizás más que a nadie a Miguel Urabayen) se les notaba en la cara lo satisfactorio que resulta trabajar con profesionales motivados, maduros y responsables.

360 horas de clase

Como el programa duraba sólo cinco meses y medio, requería dedicación intensiva. Los alumnos tenían 360 horas de clase (cuatro diarias, de lunes a viernes, durante 18 semanas); y destinaban al menos otras tantas a la elaboración de un estudio o proyecto, sobre el tema elegido por cada uno para asentar las bases de su ascenso profesional. La asistencia a las clases era masiva; los alumnos despachaban semanalmente con sus asesor respectivo; y al finalizar el programa, presentaban sus proyectos ante un tribunal de evaluación. La verdad es que la mayor parte de los proyectos eran muy buenos. Pero un brasileño excelente tuvo la mala suerte de que, mientras presentaba el suyo sufriera un infarto el presidente del tribunal, Ángel Faus. Durante años, tuvo que soportar las bromas de sus compañeros.

A la carga de trabajo se sumaban otras exigencias. Aunque las becas cubrían decorosamente las necesidades básicas, no daban de sí para otros gastos, de modo que había de apañarse con lo justo. Los alumnos de países tropicales pasaban tanto frío, que decían que en Pamplona había dos estaciones solamente: el invierno…y la del ferrocarril. Echaban en falta las comidas de sus tierras de origen (bifes de chorizo, dulce de leche, paltas, pisco, feijoada, mangos, chiles, carnitas con todo), aunque acababan aficionándose -¡que remedio!- a los pinchos de tortilla, por ejemplo. Acostumbrados como estaban a almorzar a las doce o doce y media, llegaban desfallecidos al final de las mañanas. Desde luego, terminaban comprendiendo que los españoles no hablamos como hablamos porque estemos enfadados, sino que aunque nos encontremos tan contentos como un tonto con un silbo. Pero mientras tanto iban de susto en susto: “Parece que don fulano esta bravo”, “No se enoje don Fransisco, que del afán no queda sino el cansansio”. (sic)

Pese a todo, los participantes estaban encantados con su vuelta a las aulas y el revival de sus años estudiantiles. Además, el Programa incluía dos viajes de estudio: uno a Madrid y el otro a París y Londres (o Bruselas). Poca cosa, para tantas que merecen verse en la vieja Europa. Pero la mayoría de los alumnos se las componían para conocerla un poco más , antes de su regreso. Sobre todo, cuando venían predeterminados a encontrar sus raíces familiares dondequiera que estuvieran. En cualquier caso, uno de los aspectos del Programa más apreciado en las encuestas anuales de evaluación era, precisamente, que se desarrollara en Europa. Porque, para muchos, era al primer contacto directo con los orígenes de su cultura.

Objetivos del PGLA

Por otra parte, el Programa perseguía (con bastante éxito, por cierto) tres objetivos fundamentales: 1) Actualizar los conocimientos y métodos de trabajo de los participantes, mediante el análisis de experiencias punteras y tendencias globales del sector informativo. 2) Ayudarles a asumir las exigencias deontológicas de la profesión, indispensable para su realización personal y el progreso de la sociedad. 3) Orientarles en la elaboración del proyecto más adecuado para su ascenso profesional inmediato.De hecho estos ascensos se producían casi como regla general; lo cual reforzaba gradualmente el prestigio del Programa en los medios… y la solidaridad de los participantes con los demás de todas las promociones: “los PGLA´s” se sentían unidos, por encima del tiempo y las fronteras.

Sin embargo, lo que más llamaba la atención era la permanencia de sus vínculos afectivos (y efectivos) con la Facultad. Gran parte de los exalumnos seguían en contacto con ella, colaboraban con ella como podían, volvían en cuanto tenían oportunidad de hacerlo… y se volcaban atendiendo en sus países a los profesores del Programa. Viajé muchas veces por América con colegas norteamericanos y europeos. Y siempre vi que les dejaba atónitos la cordialidad de nuestros reencuentros con los exalumnos del PGLA en todas partes. Porque consideraban que no era normal, dada la brevedad del Programa y los años transcurridos desde que lo cursaron.

Sin embargo era explicable. Cuando los alumnos llegaban a la Facultad, se les aclaraba que el PGLA se desarrollaría en dos fases: la primera, en Pamplona durante seis meses escasos, la segunda, donde cada cual estuviera el resto de su vida. La aclaración no era retórica, expresaba un propósito fundamental del Programa: facilitar en la medida de lo posible la formación continua de los graduados; o, al menos, mantener vivos en ellos los principios inspiradores del PGLA. Por eso, se dedicó desde el principio tanta atención a la segunda fase como a la primera; o incluso más, porque era más difícil. Y el sistema funcionó bastante bien.

Al paso de los años, se fueron estableciendo en toda América Delegaciones del PGLA, integradas por tres o cuatro e los ex-alumnos que se reunían periódicamente, estaban en contacto continuo con la dirección del Programa, y hacían de puente entre ella y sus compañeros.

Los cometidos fundamentales de las Delegaciones eran ocho:

1) Mantener al día los datos de todos los graduados en su demarcación: dirección postal, ocupación…y, en su caso, nombre del cónyuge y sus hijos, y fecha de nacimiento de éstos (el PGLA rebasaba intencionalmente el ámbito profesional). Los datos se recopilaban en Pamplona, y se enviaban a todos…cuando se podían buenamente: por aquel entonces no había Internet, y resultaba muy trabajoso hacerlo. Pero así se mantenía fresco el rastro de la inmensa mayoría de los ex-alumnos.

2) Enviar regularmente a Pamplona noticias de todos ellos por nimias que parecieran, para la Carta Circular que se cursaba desde aquí cada tres o cuatro meses. Era una especie de “Faustino”, pero en pobre y sin Vidal-Quadras. Sin embargo, tenía un éxito enorme; porque, cuando el afecto anda por medio, nada es insignificante.

3) Convocar a los demás a las tertulias radiofónicas, en los días y horas señalados desde Pamplona. Las iniciamos en diciembre de 1979. La idea fue de un argentino cordobés, Jorge Adino de Bernardo, radioaficionado furibundo y expertísimo. Como todos ellos se conocen (aunque sea solo por las siglas de sus estaciones, y a base de repetir “corto y cambio”, “¿me copias?”, y frases similares), fue fácil de organizar una red panamericana de radioaficionados colaboradores del PGLA, en cuyas casas se reunían los ex-alumnos cuando salíamos al aire. Lo hacíamos cada tres o cuatro meses. Y en el invierno tenía un éxito enorme.

4) Hacer llegar, a todos y cuanto antes, los documentos e informaciones que se les enviaban, sobre becas de postgrados, viajes de estudio, congresos, ofertas de trabajo en otros países, etc. No eran muchos, pero si interesantes.

5) Seleccionar posibles colaboradores, preferiblemente graduados del PGLA, para los trabajos de investigación comparativa que la Facultad fuera poniendo en marcha con ayudas externas. La Tinker Foundation , de New York , financió los primeros; y la ayuda de los colaboradores fue determinante.

6) Promover solicitudes de asesoramiento de la Facultad a empresas e instituciones profesionales o académicos del sector informativo, y proponer posibles colaboradores para esas tareas. La eficacia de los graduados del PGLA a este respecto fue decisiva, como ya se ha dicho repetidamente.

7) Promover candidatos para el PGLA entre profesionales de valía, preparar a los seleccionados para facilitar su integración en el Programa, y acogerlos a su regreso. De hecho las candidaturas mejores llegaron por esta vía; y el arropamiento de los delegados, antes y después del Programa, fue muy efectiva.

8) Organizar cada cuatro años un Encuentro Internacional del PGLA, pero abierto a profesionales ajenos al Programa, con tres objetivos: analizar problemas vivos de interés general, en un marco pluralista; establecer la agenda cuatrienal del PGLA; y ampliar las bases de actuación de sus graduados. Organizaron cuatro Encuentros.

El Encuentro de Medellín

El primero se celebró en 1981 en Medellín, capital de Antioquia y patria de los paisas, gente de rompe y rasga, tenaz y emprendedora, que demuestra con hechos que la eficacia es compatible con el clima tropical… sobre todo, en las mujeres. Por aquel entonces eran mujeres precisamente todos los “PGLAs” de Medellín: diez amigas, con peso en la ciudad.

Una de ellas, Carmen Victoria Restrepo, había sido varios años secretaria de Programa, mientras cursaba el doctorado en Pamplona. Y la llamé:

─ ¿Os atreveríais a organizar el primer Encuentro?

Eran allí las tantas de la noche, y Carmen Victoria estaba semiaturdida por lo intempestivo de la hora a que le había sacado de la cama. Pero espabiló en el acto:

─ ¡Eh, Avemaría, pues!, ¡por supuesto!

Dicho y hecho. En cuanto se levantó convocó a las otras nueve, se pusieron las pilas, trabajaron sin descanso durante meses, consiguieron ayudas de todo tipo… y el Encuentro se celebró en un marco incomparable: el orquidiario del Jardín Botánico de la ciudad. Visto el éxito, se decidió en la sesión de clausura que las paisas plasmaran por escrito su experiencia y la transmitieran a los chilenos, que organizarían el siguiente Encuentro.

El Encuentro de Viña del Mar

El escenario del segundo fue Viña del Mar, a orillas del Pacífico (que, por cierto, no parece serlo tanto como sugiere su nombre). Se celebró en 1985, en un hotel copado a tal efecto. Para entonces ya habían pasado por el PGLA casi treinta chilenos, y su colaboración fue muy apreciable. Pero nada habría salido tan bien como salió, de no ser por el pequeño equipo capitaneado en tandem por dos mujiereh reegiah (sic): María José Lecaros e Isabel Seguel.

El director de la publicación en que ésta trabajaba le había consentido dedicar horas y horas al Encuentro, sin darse por enterado. Y al agradecérselo en nombre del Programa, replicó:
─ Soy yo quien debe estar agradecido, por el esfuerzo que nos ahorra el PGLA. Cuando necesitamos información urgente y fiable de cualquier país de América, la Isabel saca su libreta de direcciones de exalumnos del Programa, hace un par de llamadas, y la obtiene siempre.

La naturaleza puso la guinda en la tarta. Pocas horas después de la cena de clausura, el hotel fue sacudido por un terremoto de grado seis… y se vació a la carrera. El Encuentro acabó en la jardín, con los asistentes en traje de noche… celebrando el incidente.

El Encuentro de Buenos Aires

Cuatro años mas tarde, en 1989, tuvo lugar el tercer Encuentro, en el Hotel Plaza de Buenos Aires, es decir: en pleno corazón de la despampanante capital porteña. Los puntales de su organización fueron dos padres de familia más que numerosas, Daniel Díez y Guillermo D´Áiello. Contaban con la ventada de la experiencia acumulada en Medellín y Viña….y, sobre todo, con el acicate de que los chilenos habían dejado muy en alto el listón. Así que no se pararon en barras.

El Encuentro fue declarado de interés nacional y municipal, con todas sus (beneficiosas) consecuencias. Se hicieron presentes en la apertura las más altas autoridades del país, una buena docena de embajadores. Los actos fueron transmitidos en directo por la televisión a la nación entera. Asistieron a ellos más de setecientos profesionales, de toda América. Y la sede del Encuentro, engalanada, se convirtió durante unos días en el salón más concurrido de la ciudad. Chapeau…

El Encuentro de Monterrey

El siguiente Encuentro se celebró en Monterrey en 1993. Tres años antes, Adveniat había optado por asignar los recursos del Programa a otros, específicamente dedicados a los medios de comunicación de la Iglesia. De manera que la ultima promoción del PGLA fue la de 1990. Pero como la segunda fase del Programa funcionaba aunque ya no existiera la primera, los regiomontanos convocaron en la fecha prevista el cuarto Encuentro. Su artífice fundamental fue Salvador Guajardo. Los demás, le apoyaron cuanto pudieron. Salio paaadre (sic).

La (espléndida) villa de Adriana Garza fue el refugio de todos, y el marco de tertulias inolvidables. Su marido había descubierto lo mucho que significaba para ella el PGLA cuando preparan su viaje de boda_

─ ¿Te parece bien, cariño, que vayamos a Hawaii?
─ Si, mi amor, pero con una condisión (sic)
─ La que tu quieras, sielo (sic)
─ Que pasemos por Pamplona

En Monterrey, por decisión expresa de los profesores seniors, todas las ponencias fueron presentadas por los juniors, para dejar claro que el relevo generacional de la Facultad no afectaba a sus vínculos con los graduados del PGLA.

Alfonso Sánchez-Tabernero suele decir que en Monterrey descubrió América y quedó enganchado a ella para siempre, fascinado por la magnitud y hondura de la cordialidad de los graduados del PGLA. Y la verdad es que su afecto alcanzó cotas altísimas en multitud de casos. El de Fernando Sevilla es un ejemplo limite, aunque no único.

Fernando Sevilla

Su venida al PGLA en 1977, recién casado, fue el inicio de una gran amistad que mantuvimos por correspondencia desde que regresó a Quito hasta su muerte. Era un hombre bueno, sensible y muy culto. Fue el primero en inscribirse para el Encuentro de Medellín de 1981. Pero pocas semanas antes de que comenzara se sintió mal. Resultó que tenia un cáncer en fase terminal: los médicos le daban dos o tres meses de vida, como máximo.

En cuanto lo supe, reajuste mi agenda y volé a Quito, me abrazó, conmovido de alegría. Estaba consumido, aunque todavía en pie. Nos sentamos frente a frente, y comencé a animarle lo mejor que me lo permitía la emoción. El escuchaba sonriente y en silencio. Y de pronto, me miró como pidiendo permiso para hablar; y con la voz entrecortada de fatiga, comenzó a hacerlo pausada y suavemente. Jamás olvidaré lo que me dijo (y me pidió que dijera a los demás profesores).

Quería que supiéramos que estaba muy tranquilo. Que agradecía mucho a Dios haber aprendido en la Universidad de Navarra, casi sin darse cuenta, a amar la vida, mirar la muerte como simple comienzo de la Vida eterna, y querer a los demás con obras. Que eso le había servido mucho más que todo lo aprendido en su carrera. Que, aunque estaba a punto de morir, no le extrañaba que no le visitaran los profesores de su Facultad, porque probablemente ni le recordaran….pese a que habían coincidido en las aulas cinco años. Que, precisamente por eso, le conmovía que hubiéramos ido a verle, uno tras otro, López-Escobar, Soria y yo, profesores de una Universidad en la que había estado medio año escaso. Y que, por todo ello, la sentía más suya que ninguna otra.

El Programa América

En febrero del 2000, la Facultad presentó oficialmente en Pamplona el Programa América, que seria en cierto modo la prolongación del PGLA. Pero el asunto rebasa el marco de estas Desmemorias…

jueves, 11 de junio de 2009

La historia del PGLA, de principio a fin

Nota del Editor: el profesor Carlos Barrera sacó a luz a principios de junio una muy ilustrativa obra titulada “Historia de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. Medio siglo de docencia e investigación (1958-2008)”, que en su capítulo cuarto incluyó apartes sobre el aparecimiento, vida y fin del Programa de Graduados Latinoamericanos (PGLA).

Escribí al profesor Barrera y le pedí el envío de las referencias concretas al PGLA en el libro. Recibí, fundamentalmente, tres archivos PDF que he editado y a los que he insertado subtítulos para facilitar su lectura, manteniendo su cronología original. Por razones técnicas la inserción en el blog se efectuó en tres partes incluyendo, cada una, al final, sus propias notas de pie de página.

PRIMERA PARTE

La gestación del PGLA

Con fecha 28 de diciembre de 1970 llegó a Alfonso Nieto, director del aún Instituto de Periodismo, una carta firmada por el Dr. Paul Hoffacker como director-gerente de la Bischöfliche Aktion Adveniat, una fundación alemana dependiente del episcopado de aquel país dedicada específicamente al desarrollo de la Iglesia en Latinoamérica. En un correctísimo castellano, le informaba de que estaban muy interesados “en un Programa para la Formación de Periodistas”. Habiendo llegado a sus oídos, por una referencia que les habían dado en la Universidad Andrés Bello de Caracas (Venezuela), la existencia de un programa para periodistas postgraduados en la Universidad de Navarra, exploraba la posibilidad de que uno de sus representantes, el Dr. Schmidt, “pudiese pasar por Pamplona alrededor de los días 17 a 20 de Enero del año que viene” (2). Seguramente la referencia al programa de postgraduados venía por los cursos especiales para periodistas que durante los años sesenta se habían celebrado en el Instituto.

Esta carta marcó el punto inicial de la gestación de una actividad, el Programa para Graduados Latino Americanos (PGLA), que se desarrollaría de forma ininterrumpida entre 1972 y 1990 y que, en palabras de su director desde 1979, Francisco Gómez Antón, “fue el programa estrella de la Facultad durante los dieciocho años que duró”. Razones no le faltan cuando desgrana los muchos frutos que dio: “cobró enseguida un gran prestigio en los medios periodísticos y académicos americanos; (…) sus graduados organizaron cuatro Encuentros Internacionales; (…) contribuyó decisivamente al desarrollo de las relaciones y servicios de la Facultad en toda América; y (…) muchos siguen todavía en contacto con ella y entre sí” (3).

Reunión con delegado de Aktion Adveniat

Volvamos de nuevo a los orígenes. El 7 de enero de 1971, el profesor Nieto contestó al Dr. Hoffacker. Le expresaba que su carta había sido “motivo de especial alegría”, y prudentemente dejaba deslizar que “sin duda puede resultar singularmente oportuno el mantener cambios de impresiones y realizar un estudio conjunto para analizar posibles modos de coordinación en la tarea docente e investigadora; en especial por lo que se refiere al perfeccionamiento de profesionales de la información de la América Latina” (4). Por ello le comunicaba que no tenía inconveniente en recibir al Dr. Schmidt en las fechas indicadas. Una vez concertadas las fechas, el colaborador de Adveniat llegó al aeropuerto de Bilbao la tarde del lunes 18 de enero y celebró reuniones de trabajo en el Instituto de Periodismo durante los dos días siguientes.

A modo de resumen de lo que sucedió, valga la impresión de Alfonso Nieto transmitida por carta el 21 de enero a la fundación Adveniat:

“Pienso que las horas de trabajo han sido útiles y pueden conducir a resultados positivos.
(…) Aunque quedan muchos aspectos por concretar, sin embargo me parece que se ha dado un primer paso muy positivo para ambas entidades.
La próxima etapa –cuya realización considero es de urgencia– debería referirse a la realización de un plan detallado, con estudios serios y rigurosos, en los que se concretase el mayor número de aspectos del Programa. No sería legítimo preparar con precipitación este Programa. Tan solo si empezamos pronto a prepararlo detalladamente será posible comenzar la tarea en enero de 1972. Es un Programa que vale la pena cuidar mucho” (5).

Del contenido de esta carta se deduce el interés mutuo que suscitó la idea, la seriedad con que se quiso proceder desde un principio, y la urgencia en cubrir los pasos intermedios para poder empezar el programa en apenas doce meses de plazo.

Contactos previos en Venezuela y Brasil

La idea de organizar estos cursos para periodistas había sido ya tratada algunos meses antes, por parte de Adveniat, con la Universidad Andrés Bello de Caracas, de donde había partido la información que llevó al Dr. Schmidt al Instituto de Periodismo de Navarra. El padre Alberto Ancízar, jesuita y fundador de la Escuela de Comunicación Social de aquella universidad (6), había sido contactado para organizar un programa similar al ofrecido a Navarra. En una carta que Hoffacker envió a Ancízar el 1 de febrero de 1971, de la que una copia adjuntó a Alfonso Nieto, le recordaba las conversaciones mantenidas y le planteaba si seguía interesado en participar en ese programa: “Nuestros colaboradores han estado en varios países de América y de Europa para buscar Escuelas que reúnan las condiciones para tal programa. Nos damos cuenta que hace falta mucha preparación previa para que salga bien el proyecto” (7). Estas últimas palabras parecían un eco de las que Nieto le había transmitido poco antes.

En la misma carta le pedía la dirección del profesor brasileño Luis Beltrao, de la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul (Porto Alegre) con quien la Fundación ya había mantenido conversaciones en 1970 para desarrollar un programa similar. La intención era convocar una reunión en Caracas a comienzos de julio con la presencia de los tres principales responsables de los centros que podían acoger la iniciativa en Navarra, Caracas y Porto Alegre. “Nos alegraríamos mucho –escribía Hoffacker a Ancízar– si pudiéramos llegar a conclusiones concretas y a una buena colaboración” (8). La idea inicial era, por tanto, reunir un total de tres sedes distintas (una en España y las otras dos en América Latina) para el desarrollo de programas para periodistas.

Transferencia para comenzar los preparativos

El siguiente paso que se dio por parte de la fundación Adveniat fue el envío de una transferencia de 20.000 marcos para que el Instituto de Periodismo de Navarra comenzara los preparativos necesarios para ese curso especial. Otro acuerdo alcanzado en la reunión de enero fue una ayuda económica de 200.000 marcos, en cuatro entregas anuales de 50.000, para los gastos de financiación de los aparatos de televisión, supeditados a la celebración efectiva del programa. Como explicó Hoffacker en una carta enviada a tal efecto: “Con cada curso que se dé, se disminuye el préstamo en 50.000 marcos, en concepto de amortización de los aparatos, que de todos modos correspondería a nosotros liquidar” (9).

A finales de febrero, Alfonso Nieto, además de aceptar la fórmula del préstamo arriba indicada, le contaba a Hoffacker que ya habían celebrado la primera reunión de trabajo: “Han surgido muchas ideas iniciales que será preciso madurar con detenimiento y concretar”. Acerca de la proyectada reunión coordinadora en Caracas, le parecía “interesante” porque “será preciso concretar los criterios no sólo sobre admisión de candidatos, sino también sobre plan docente, sistema de enseñanza, número de horas dedicadas a cada una de las áreas de conocimientos, sesiones prácticas para los estudiantes, material de trabajo que se les facilitará, orientación individualizada sobre posible especialización de cada uno, etc., etc.”. Terminaba comunicándole la ilusión que el Instituto tenía con el proyecto: “He cambiado impresiones con la mayoría de los Profesores y todos ellos han recibido este asunto con especial interés y satisfacción” (10).

Contactos del profesor Nieto en Estados Unidos

El desarrollo de estas negociaciones previas coincidió en el tiempo con un viaje de unas cinco semanas de duración que el 4 de abril emprendió Nieto a Estados Unidos, invitado por el gobierno de dicho país. Le hizo saber al Dr. Hoffacker que pensaba “analizar con detalle los Programas que siguen en las Escuelas de Periodismo y que estén especialmente dirigidos a Graduados”, y más específicamente “los Centros de Perfeccionamiento de Periodistas de N.Y Columbia, Chicago, San Francisco, Missouri (Columbia)”. Hacía hincapié en el interés especial que pondría en recoger “metodología activa en materias de enseñanza de cuestiones informativas en los sectores de Televisión y Radio” (11).

A la vuelta de su viaje, Nieto y Hoffacker firmaron el convenio de la “donación condicionada” de 200.000 marcos para los aparatos de televisión (12). El siguiente paso importante que debía darse era la reunión de Caracas, que dependía de la disponibilidad del padre Ancízar, que finalmente dio su visto bueno a que se celebrara entre los días 4 al 10 de julio (13). Una vez coordinados, Hoffacker y Nieto tomaron un vuelo de Iberia que salía de Madrid el 2 de julio a las 9.40 de la mañana y que haría escalas en Las Palmas de Gran Canaria y San Juan de Puerto Rico.

Primera mención al PGLA

Como preparación del encuentro, Alfonso Nieto envió con fecha 1 de julio original y copia de un informe “sobre el Programa para Graduados Latinoamericanos en medios de comunicación social (PGLA)”. Era la primera vez que se utilizaban dichas siglas para denominar el programa. En su carta, Nieto expresaba su deseo de que el extenso informe de 51 páginas, más otras 25 de varios anexos, “mereciera su estima y que efectivamente responda a los deseos y confianza que Vds. han depositado en el Instituto de Periodismo”. En otros dos párrafos añadía unos comentarios relativos a los aspectos económicos del programa:

“Teniendo en cuenta la diversidad de países en los que puede realizarse el
Programa, los diversos costes de la enseñanza, los gastos de la vida y de transportes (viajes y otros desplazamientos), nos parece que los aspectos económicos convendría que fueran propuestos por cada uno de los Centros que impartan las enseñanzas del PGLA.
En el Instituto de Periodismo ya hemos confeccionado un proyecto de presupuesto. Vamos a esperar a los cambios de impresiones que tengamos en Caracas para ultimar el presupuesto de gastos y poder remitirlo cuanto antes a Aktion Adveniat” (14).


El primer Director del PGLA

El informe estaba estructurado en cinco capítulos titulados: Introducción, Objetivos del Programa, Condiciones Generales, Contenido del Programa, y Aspecto Económico del PGLA (15). En la introducción se señalaba el “carácter indicativo” del contenido del estudio, es decir, se trataba de “una propuesta razonada que espera cuantas sugerencias y observaciones se considere aconsejable aportar por quienes concurran a la realización del Programa” (p. 1). Seguidamente se hacía un repaso de las actuaciones llevadas a cabo para preparar el informe: en especial la recopilación de documentación sobre la organización y estructura de programas similares, y la celebración de sesiones de trabajo con profesores del Instituto durante los anteriores cuatro meses “a fin de perfilar los conocimientos que más pueden interesar a los profesionales que cursen el Programa” (p. 5). Se señalaba la importancia que tuvo el viaje del profesor Nieto a los Estados Unidos, donde visitó 21 universidades y trajo consigo valiosas experiencias y contactos, y también el de Ángel Faus a Alemania centrado en Televisión. Se precisaba también la persona elegida como Director del Programa, José Tallón, del que se hacía una breve biografía:

“Es profesor del Instituto de Periodismo, Doctor en Derecho, Periodista. Durante 20 años ha estado realizando trabajos profesionales en empresas de prensa, primero como Director del Departamento Económico de una de las principales empresas periodísticas españolas (SARPE) y posteriormente como Director de un diario. Desde hace tres cursos académicos está incorporado al Claustro de Profesores del Instituto de Periodismo de la Universidad de Navarra” (p. 3).

Calendario de trabajo para el PGLA

El calendario de trabajo que se incluía al final de la introducción sugería la “conveniencia de iniciar el PGLA el día 15 de enero de 1972”, para lo cual el 15 de septiembre se fijaría como “fecha límite para remitir observaciones y propuestas de modificación al presente Informe”, cuya redacción definitiva se haría en el plazo de un mes. El 15 de octubre se aprobaría el PGLA en una reunión en Essen (Alemania), sede de la Fundación Adveniat, y se formalizarían “los oportunos contratos o acuerdos entre la Aktion Adveniat y cada uno de los Centros Universitarios que asuman la responsabilidad de realizar el Programa”. A partir del 25 de octubre se iniciaría la difusión pública del programa y su promoción; del 1 al 10 de diciembre se realizarían las entrevistas a los candidatos presentados; y el día 20 de ese mismo mes se comunicarían las admisiones (pp. 6-7).

Las reuniones de Caracas, finalmente celebradas entre los días 4 a 7 de julio, fueron fructíferas a juzgar por los resultados y comentarios posteriores. Según consta por una carta de Alfonso Nieto al Dr. Hoffacker, “el Informe mereció la plena aprobación y elogio” e incluso el padre Ancízar “me rogó que le dejásemos un ejemplar, pues estimó que le sería de gran utilidad para confeccionar su programa y el Informe correspondiente que ellos piensan elevar dentro de unos meses a Aktion Adveniat” (16). En la comunicación interior que el Instituto de Periodismo escribió al Rectorado de la Universidad para dar cuenta de lo acordado, y tras realizar una síntesis de los pasos y gestiones anteriores, explicaba el planteamiento final de la fundación alemana:

“ (…) Aktion Adveniat ha propuesto que el PGLA se imparta en tres Universidades y a tres niveles académicos diferentes:
– Nivel A: Instituto de Periodismo de la Universidad de Navarra. Programa de alta calidad docente y académica. En este nivel –tal como se expresa en el Informe– se hará especial mención a los aspectos ideológicos y humanísticos que contribuyan a una mejor capacitación de los profesionales de la prensa, radio y televisión.
– Nivel B: Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello (Caracas). Programa con una orientación preferentemente técnica y menor dedicación a los aspectos humanísticos.
– Nivel C: Escuela de Periodismo de la Universidad Católica de Porto Alegre
(Brasil). Programa de iniciación profesional. El objetivo de este Programa será proporcionar los conocimientos fundamentales a quienes ya están trabajando en medios informativos y no poseen una capacitación previa” (17).


Plena y total autonomía para selección de candidatos

Se subrayaba en el punto séptimo del escrito que el Instituto de Periodismo mantendría “una plena y total autonomía en la selección de candidatos y en la programación y desarrollo del PGLA”, tal como se preveía en el borrador de convenio que se adjuntaba como anexo 4. Finalmente se urgía al estudio y revisión de los informes y del convenio que Adveniat requería porque “la Junta encargada de la aprobación del PGLA se reúne en la segunda semana de septiembre; con dos semanas de antelación distribuye entre las personas que integran dicha Junta las propuestas” (18). A finales de agosto, Hoffacker le aseguraba a Nieto que “no tenemos duda de que la Comisión Episcopal de la Aktion Adveniat aceptará con satisfacción el programa proyectado, ya que está planeado con mucha perspectiva” (19). También le comunicaba que había enviado el informe al profesor Roegele para conocer su parecer, noticia que agradó sobremanera a Nieto: “para este Instituto de Periodismo es un honor que el prof. Roegele dé su parecer sobre nuestro proyecto PGLA” (20). No en vano era doctor honoris causa por la Universidad de Navarra desde 1967.

Se firma el Convenio

Finalmente el convenio entre Adveniat y el Instituto de Periodismo se firmó en Essen el 14 de octubre, aprovechando un viaje a Alemania que debía realizar Alfonso Nieto. Se seguía así el calendario sugerido en el informe para que en enero de 1972 pudiera dar comienzo la primera edición del programa. El convenio adjuntaba el informe de junio, avalando así “los objetivos, contenido, plan de estudios y condiciones generales” que en él se enumeraban. Tendría una duración de “cuatro años, prorrogable por mutuo acuerdo de ambas partes”. Como ya se había acordado, la admisión y la organización de los estudios y del profesorado competía al Instituto de Periodismo aunque se mencionaba que “Aktion Adveniat podrá designar un representante suyo como miembro” del Comité de Admisión. La mayoría de los once artículos del convenio se referían a los asuntos de financiación: se trataba de una cuestión importante porque la fundación cubría todos los gastos académicos del programa, tanto los relativos a docencia como las becas destinadas a los alumnos admitidos (21).

Una cláusula adicional precautoria establecía que “el Programa previsto para el año 1972 tiene carácter experimental”, y que el Instituto de Periodismo debería presentar un informe escrito durante la primera quincena de abril de 1972 con las experiencias iniciales obtenidas. Tras ese informe Aktion Adveniat haría llegar al Instituto su opinión y la confirmación de la prórroga para años posteriores. A pesar de dicha cláusula, el Instituto comunicó a Rectorado, al adjuntar el convenio, que “se mantienen fundadas esperanzas de que pueda renovarse para futuras ediciones” (22). Así las cosas, de los tres centros universitarios que fueron contactados para el desarrollo de un programa para periodistas latinoamericanos, el único que finalmente acometió la tarea de organizar uno de alto nivel académico fue el proyectado por el Instituto de Navarra, con la aprobación de Adveniat y de su Comisión Episcopal.

A nadie se le ocultaba que los plazos para la difusión y promoción de la primera edición eran cortos, pero se procedió a hacerlo con la mayor diligencia posible. Como se describió en la memoria provisional presentada en mayo de 1972, “pudo planificarse una acción promocional lo suficientemente intensa como para confiar en que los resultados serían satisfactorios” (23). Se detectaron como sectores potencialmente interesados en su conocimiento: los centros superiores de enseñanza de la comunicación en América Latina; los organismos estatales de cada país, encargados de fomentar los intercambios culturales a nivel internacional; las asociaciones profesionales de prensa, radio y televisión; las empresas informativas; y los graduados y profesionales de medios de comunicación ya conocidos. Gracias a la financiación adelantada por Adveniat, se elaboraron folletos que, acompañados de un impreso de solicitud y en número total de 1.676, fueron enviados a 680 destinos diferentes entre el 28 de septiembre y el 4 de octubre.

Se forja la primera promoción del PGLA

El plazo de solicitud de admisiones finalizó el 5 de noviembre de 1971, y se recibieron un total de 68 solicitudes procedentes de 12 países distintos. Según el sexo, eran 31 mujeres y 37 varones; atendiendo a la edad, 21 solicitantes tenían 20 y 25 años, 26 contaban entre 26 y 29 años; 11 entre 30 y 35; y 10 tenían más de 35 años. Entre el 16 de noviembre y el 4 de diciembre el director del programa, José Tallón, entrevistó a todos ellos en México, Guatemala, Bogotá, Lima, Santiago de Chile, Buenos Aires y Sao Paulo. “En cada entrevista –se decía en la memoria– se mantuvo un cambio amplio y cordial de impresiones con cada solicitante, se le informó extensamente de las circunstancias y características del programa, así como se procuró conocer las realidades y deseos de cada candidato en orden a su mejor y más eficaz aprovechamiento del PGLA” (24).

El Comité de Acceso al Programa, formado por los profesores Gloria Toranzo, Carlos Soria (en representación de Adveniat), Juan José García-Noblejas y José Tallón, se reunió el 11 de diciembre. Tras examinar todas las solicitudes admitió a 15 candidatos (11 por unanimidad y 4 por mayoría simple de votos). Era la cifra que se había establecida como idónea para el lanzamiento del PGLA. Formaron la primera promoción los siguientes alumnos: Talis de Marinho de Andrade Lima, Humberto María Arbeláez Ramos, Armando Hugo Bernal Gaitán, Eron Brum, María del Rosario Camargo Espriú, Geraldo Camali Valente, Silverio Gavilán, Eugenio Gómez Martínez, Lidia Leo Paterno, Jorge Enrique Merino Utreras, Sara Monzón Basterrechea, Ciro Óscar Oviedo Sforzini, María Lourdes Romero Álvarez, Alcina da Silva, y Jaime Uribe Botero. Procedían de un total de 8 países, con fuerte predominio de Brasil, con 4 alumnos, y Colombia con 3.

El exitoso banco de pruebas del primer año

El programa se había puesto en marcha en un tiempo record: apenas un año desde la carta que Alfonso Nieto contestó en enero de 1971. El 15 de enero de 1972 comenzaban las clases de la primera edición. El informe preparado en el mes de junio de 1971, que había obtenido tantos parabienes, se demostró como una pieza clave para convencer de la seriedad y de la viabilidad del proyecto. Tan fue así que se adjuntó, como se ha dicho, al convenio firmado en octubre de 1971. Por ello merece ser explicado con algún mayor detalle, sobre todo en lo relativo a los objetivos, condiciones generales y contenidos que se planteaban.

A la hora de delimitar los objetivos fundamentales, el informe decía que convenía evitar tanto una excesiva “dispersión” como las “metas difícilmente realizables o utópicas”. De ahí se llegaba a la conclusión de que debían trazarse cuatro objetivos específicos:

– “proporcionar (…) un perfeccionamiento en aquellas áreas que actualmente son de interés común para todos los profesionales de la prensa, radio y televisión”
– “procurar, dentro de las posibilidades docentes y técnicas de cada centro, satisfacer e incrementar los conocimientos especializados de cada uno de los participantes en el Programa”
– “Facilitar que los participantes establezcan relaciones profesionales con colegas europeos o latinoamericanos, de manera principal en lo que se refiere a su especialización. Que conozcan las principales empresas informativas europeas o latinoamericanas”
– “Poner las bases para alcanzar un afán individual de formación permanente. La capacitación profesional –sobre todo en el campo de los medios informativos– exige una constante comunicación y estudio” (25).


Sobre las condiciones generales, se expresaba la conveniencia de una duración de entre cinco y seis meses porque “permite una enseñanza continuada e intensa, facilita el conocimiento y compenetración con los Profesores”, y además resultaría asequible obtener permisos laborales en empresas informativos por ese período. El número de admitidos debía ser entre “un mínimo de quince personas y un máximo de veinticinco”, cálculos que, además del componente económico, tenían en cuenta “la necesidad de una enseñanza individualizada” y “la atención personal que deben prestar los Profesores” (26).

El capítulo dedicado a los contenidos del programa ocupaba 22 páginas, lo que demostraba la importancia que se concedía este aspecto nuclear del proyecto. Se seleccionaron seis áreas de conocimiento prioritarias: 1) Filosofía y Pensamiento Actual; 2) Deontología Profesional; 3) Literatura; 4) Economía, Empresa y Derecho de la Información; 5) Análisis de contenidos de medios de opinión pública, y prensa comparada; 6) Radio, Cine y Televisión. Las tres primeras áreas tenían un enfoque preferentemente humanístico mientras que las tres restantes eran más específicamente periodísticas. De gran interés, desde el punto de vista de la reflexión teórica subyacente, resultaba la explicación del fundamento de esta selección:

“La experiencia que tenemos en el Instituto de Periodismo, verificada con la de otros Centros de Enseñanza del Periodismo, lleva a la siguiente conclusión: en su trabajo profesional el periodista tiene una particular inclinación a anteponer la acción al pensamiento.
Por ello consideramos muy conveniente que (…) se haga especial hincapié en los sectores de conocimiento que conducen a una mayor capacitación en la difícil tarea de ‘pensar’; pensar de acuerdo con las circunstancias, necesidades y exigencias del ámbito periodístico (…)
Para un periodista la capacidad de reflexionar tiene su primera motivación en la oportunidad que se le ofrezca de conocer, con profundidad y claridad, las ideas que hilvanan y delimitan la realidad social del tiempo presente. El conjunto de saberes que tradicionalmente se llaman ‘’humanísticos’ constituye la base de una nueva conformación de la opinión pública (…)
La enseñanza de las áreas de conocimiento seleccionadas para el PGLA deberá estar presidida por la continua referencia a situaciones concretas y actuales, evitando la pura especulación o los planteamientos meramente teóricos (…)” (27).


Similitud de programas

Esta era la filosofía de los contenidos del PGLA que venía a reproducir, adaptada a un programa especialmente dirigido a profesionales, la que el propio Instituto de Periodismo, con distintas variantes, venía practicando desde su fundación en 1958. El informe desgranaba cada una de las seis áreas, e incluían bosquejos de temarios que podían incluir cada una de ellas. La misma experiencia ya acumulada durante trece años presidía las reflexiones sobre la estructura docente del PGLA. La base fundamental debía aportarla el profesorado permanente, habitualmente el propio del Centro. Junto a ellos se contaría también con profesores visitantes para “períodos breves y determinados”, y también con “expertos” porque “existen aspectos técnicos de la prensa, radio y televisión que exigen explicaciones concretas y detalladas que no siempre están al alcance del Profesor universitario” (28).

La especificidad del perfil de los alumnos del programa, graduados y profesionales del periodismo, “aconseja seguir –decía el informe– una metodología en la enseñanza que sea activa y participada” y que fomentara “la frecuente relación profesor-alumno”. Por eso se procuraría tener un “trabajo abundante, denso, intenso”, con la “necesidad de reflexionar individualmente y en equipo”. De ahí que se pensara utilizar el método del caso, el comentario de notas técnicas o artículos previamente distribuidos, etc., con el fin de “lograr la deseable enseñanza intensa, útil y participada” (29). Como otras formas de acercar a los estudiantes a la realidad intelectual y social, difícilmente abordables por un solo profesor, algunas cuestiones se tratarían mediante ciclos de conferencias y coloquios o mediante la participación del grupo del PGLA en alguna de las actividades programadas en la Universidad. También se apuntaba la posibilidad de realizar viajes de estudio, dentro del período lectivo del PGLA, para visitar empresas informativas europeas.

Algunos de los anexos del informe recogían un listado amplio de hasta 36 profesores visitantes, periodistas y expertos que podrían impartir enseñanzas en el programa, entre ellos un buen número de norteamericanos, franceses, alemanes e italianos. Algunos de ellos ya habían estado en Pamplona en otras ocasiones, a otros se les había ya cursado invitación para venir, y finalmente otro grupo podría ser invitado por las relaciones que se mantenía con ellos desde el Instituto de Periodismo.

La primera auditoria del Programa

La memoria de actividades realizada a comienzos de mayo de 1972 adquirió, en este sentido, un cierto componente de auditoría interna acerca de los resultados obtenidos que, si bien provisionales porque el programa finalizaría el 30 de junio, eran ya significativos acerca del grado de cumplimiento de los objetivos y de los métodos. Se preveía un total de 759 horas de trabajo para cada alumno durante los cinco meses del programa (355 para el área de formación humanística y 404 para el de técnicas periodísticas). Casi todas las mañanas de lunes a jueves se reservaban para el estudio y trabajo personal, dejando las clases y sesiones de las distintas áreas para la tarde; el viernes se dedicaba íntegro a radio y televisión, y la mañana del sábado para conferencias (30). Cada participante recibió además un buen número de casos prácticos y notas técnicas para cada área (31).

Continuaba la memoria detallando el cuadro docente (32) y explicando alguna de las actividades realizadas, como el ciclo de conferencias sobre “Desarrollo y libertad”, en el que participaron profesores de las universidades de París, Freiburg, Caen y Nurenberg, y un viaje de estudios a Madrid, entre los días 19 a 26 de marzo, donde visitaron los talleres de Altamira-Rotopress y de Hauser y Menet, las instalaciones de Prensa Española (editora del diario ABC), SARPE, la agencia EFE, Televisión Española, la cadena SER de radio, y las oficinas de la Oficina para la Justificación de la Difusión (OJD). El informe calificaba de “excelentes” los resultados del viaje dado que “cada participante pudo contrastar en sus medios informativos de referencia, o de interés por la índole de su tarea profesional, las características y realizaciones más notables en el campo de la información” (33).

Especial énfasis se puso en destacar la consecución de uno de los objetivos fundamentales del programa: la relación profesor-alumno. Se pudo lograr gracias a “la activa intervención del alumnado”, “las consultas formuladas al profesor al término de cada clase”, y la exigencia de delimitar un área preferente de investigación por parte de cada alumno con la ayuda de un profesor para aconsejarle acerca del método más conveniente para utilizar. “Tales contactos –concluía esa parte del informe– han fructificado en unas relaciones cordiales: de esta forma se asegura la efectividad del objetivo final del PGLA: dar ocasión a mantener un óptimo nivel de educación permanente” (34).

Cada siete o quince días se celebraron reuniones de coordinación y control del programa mediante la creación de “un órgano colegiado de examen y programación de actividades, constituido por los seis profesores coordinadores de cada área, por los delegados representantes del grupo latinoamericano, y por el Director del Programa” (35). Para un mejor orden y seguimiento de las actividades y discusiones, se levantaba un acta de cada reunión con los acuerdos tomados (36).

Sugerencias para mejorar las próximas ediciones

Especial interés tenía el último capítulo de la memoria, dedicada a las sugerencias para mejorar las próximas ediciones. Se aconsejaba seguir las líneas generales de actuación trazadas pero con algunas modificaciones en aspectos específicos tales como: una mayor antelación en las labores de promoción y del proceso de admisión; algunas correcciones en los criterios de selección de candidatos (edad máxima de 30 años, titulación académica, escritura de una memoria previa); mejoras en distintos aspectos del programa docente (curso previo de adaptación, nueva denominación del área de Filosofía, etc.); e incluso la conveniencia de suscribir seguros de enfermedad y accidentes para los alumnos (37). No era ajena, quizás, a esta recomendación el hecho de que el programa comenzara el 15 de enero, en pleno invierno pamplonés, y que año tras año los estudiantes del campus contemplaran, “divertidos, la sobrecarga de pellizas y bufandas de sus nuevos compañeros, de habla suave y cantarina” (38).

NOTAS DE PIE DE PÁGINA
1 Cfr. Carlos Barrera y Aires Vaz, “The Spanish Case. A Recent Academic Tradition”; en Romy Fröhlich & Christina Holtz-Bacha (eds.), Journalism Education in Europe and North America, Hampton Press, Cresskill, NJ, 2003, pp. 21-48.
2 Carta del Dr. Paul Hoffacker a Alfonso Nieto (28-XII-1970). Archivo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra (AFCUN).
3 Francisco Gómez Antón, Desmemorias…, p. 195.
4 Carta de Alfonso Nieto al Dr. Paul Hoffacker (7-I-1971). AFCUN
5 Carta de Alfonso Nieto al Dr. Paul Hoffacker (21-I-1971). AFCUN.
6 El sacerdote jesuita Alberto Ancízar fundó dicha Escuela el 4 de octubre de 1961 y fue su director hasta 1971.
7 Carta del Dr. Paul Hoffacker al padre Ancízar (1-II-1971). AFCUN.
8 Ibid
9 Carta del Dr. Paul Hoffacker a Alfonso Nieto (12-II-1971). AFCUN.
10 Carta de Alfonso Nieto al Dr. Paul Hoffacker (26-II-1971). AFCUN.
11 Carta de Alfonso Nieto al Dr. Paul Hoffacker (18-III-1971). AFCUN.
12 Cfr. Convenio firmado por Adevniat y el Instituto de Periodismo. La firma del Dr. Hoffacker lleva fecha de 10 de abril de 1971, y la de Alfonso Nieto el 10 de mayo, una vez regresado de su viaje. AFCUN.
13 Cfr. Carta del Dr. Paul Hoffacker a Alfonso Nieto (1-VI-1971). AFCUN.
14 Carta de Alfonso Nieto al Dr. Paul Hoffacker (1-VII-1971). AFCUN.
15 Programa Para Graduados Latinoamericanos en Medios de Comunicación Social. Informe (Junio 1971). AFCUN.
16 Carta de Alfonso Nieto al Dr. Paul Hoffacker (26-VII-1971). AFCUN.
17 Oficio JDIP 16/71 (26-VII-1971). AFCUN. Sobre las fechas previstas de comienzo se establecían la del 15 de enero de 1972 para el Nivel A en Pamplona, octubre de 1972 para el Nivel B en Caracas, y no había fecha para el nivel C que “supondría la adaptación de unos cursillos que actualmente se dan en la Universidad Católica de Porto Alegre”.
18 Ibid.
19 Carta del Dr. Paul Hoffacker a Alfonso Nieto (25-VIII-1971). AFCUN. También decía inmediatamente después: “Estamos también ansiosos de extender el programa a la Universidad Andrés Bello, según previsto [sic] en las conversaciones de Caracas”.
20 Carta de Alfonso Nieto al Dr. Paul Hoffacker (7-IX-1971). AFCUN.
21 Convenio entre la Bischöfliche Aktion Adveniat y el Instituto de Periodismo de la Universidad de Navarra para la ejecución del Programa de Graduados Latinoamericanos (PGLA) (14-X-1971). AFCUN.
22 Oficio JDIP 35/71 (29-X-1971). AFCUN.
23 Programa de Graduados Latinoamericanos. Memoria Curso 1971-72 (Pamplona, 6 de mayo de 1972), p. 20. AFCUN.
24 Ibid., p. 25.
25 Programa Para Graduados Latinoamericanos en Medios de Comunicación Social. Informe (Junio 1971), pp. 9-10. AFCUN
26 Ibid., pp. 11-12.
27 Ibid., pp. 21-22.
28 Ibid., pp. 37-39.
29 Ibid., pp. 39-40.
30 Cfr. Programa de Graduados Latinoamericanos. Memoria Curso 1971-72 (Pamplona, 6 de mayo de 1972), pp. 31-34. AFCUN.
31 Cfr. Ibid., pp. 34-40.
32 La relación de los profesores y expertos correspondientes a cada una de las seis áreas fue la siguiente.Filosofía y Pensamiento Actual: Juan María Guasch, Juan Cruz Cruz, Jorge Pérez Ballester y Jacinto Choza; Deontología Profesional: Luka Brajnovic y José Ortego; Literatura: Luka Brajnovic y Pedro Correa; Economía, Empresa y Derecho de la Información: Alfonso Nieto, Carlos Soria, José María Desantes y José Tallón; Análisis de contenido de medios de opinión pública y Prensa comparada: Miguel Urabayen, José Javier Uranga y Pedro Lozano Bartolozzi; Radio, Cine y Televisión: Elica Leahy; Ángel Faus, Juan José García-Noblejas, Rafael Alcaine, Ignacio Gabilondo y Francisco Sanabria.
33 Ibid., p. 48.
34 Ibid., pp. 40-41.
35 Ibid., p. 48.
36 Cfr. Ibid., pp. 49-60, donde se muestran varios ejemplos concretos de dichas actas.
37 Cfr. Ibid., pp. 62-69.
38 Francisco Gómez Antón, Desmemorias…, p. 198.